Cartas al director

Telediarios

El otro día, en una conversación de amigos, alguien comentó que ver los telediarios resulta algo deprimente, pues da la sensación de que todo va mal: incendios forestales, malos tratos, intoxicaciones por alimentos en mal estado, pornografía infantil, corrupciones políticas, etcétera.

Es evidente que todo esto es cierto, pero también es verdad que se le está dando un peso excesivo, al tiempo de silenciar otro tipo de noticias, mucho más optimistas y animantes, las cuales merecen tener cabida en los telediarios, como: actividades solidarias de todo tipo, iniciativas empresariales de pers...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El otro día, en una conversación de amigos, alguien comentó que ver los telediarios resulta algo deprimente, pues da la sensación de que todo va mal: incendios forestales, malos tratos, intoxicaciones por alimentos en mal estado, pornografía infantil, corrupciones políticas, etcétera.

Es evidente que todo esto es cierto, pero también es verdad que se le está dando un peso excesivo, al tiempo de silenciar otro tipo de noticias, mucho más optimistas y animantes, las cuales merecen tener cabida en los telediarios, como: actividades solidarias de todo tipo, iniciativas empresariales de personas jóvenes surgidas este verano, etcétera. Esperemos que a partir de ahora ver un telediario no sea un ejercicio de depresión social, sino algo refrescante y esperanzador.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Archivado En