Otro crimen eleva a 75 los homicidios en este año, los mismos que en todo 2002

Los índices de criminalidad en Madrid siguen una trayectoria claramente ascendente. En los primeros 220 días de este año han muerto asesinadas 75 personas, el mismo número de víctimas que en todo 2002. Un hombre de 44 años murió ayer de un tiro en la cabeza disparado presuntamente por su tío en un poblado chabolista de Perales del Río (Getafe). La oposición (PSOE e IU) sigue reclamando medidas efectivas para acabar con unas cifras de sangre nunca conocidas en la Comunidad. Las estadísticas son rotundas: una persona es asesinada en Madrid cada menos de tres días (exactamente cada 70 horas).
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Los índices de criminalidad en Madrid siguen una trayectoria claramente ascendente. En los primeros 220 días de este año han muerto asesinadas 75 personas, el mismo número de víctimas que en todo 2002. Un hombre de 44 años murió ayer de un tiro en la cabeza disparado presuntamente por su tío en un poblado chabolista de Perales del Río (Getafe). La oposición (PSOE e IU) sigue reclamando medidas efectivas para acabar con unas cifras de sangre nunca conocidas en la Comunidad. Las estadísticas son rotundas: una persona es asesinada en Madrid cada menos de tres días (exactamente cada 70 horas).

José Gabarre Vargas tenía 44 años. Era sobrino de Lumitor Borja Muñoz, de 54 años, y primo de Alejandro Borja Gabarre. Alejandro llevaba todo el día de ayer, según el relato de los testigos, molestando a José: le llamaba incesantemente Juan. José se hartó y se enfrentó con él. Alejandro sacó entonces una navaja y se la clavó superficialmente varias veces en el pecho y en las piernas. José retrocedió, se armó con una garrota y le golpeó con fuerza. Luego, llegó Lumitor Borja, el padre de Alejandro, y efectuó tres disparos contra José. Uno le entró directamente por la región occipital y le salió por el ojo derecho. Eran las 21.30 en el poblado chabolista del Ventorro de la Puñalá (barrio de Perales del Río, Getafe).

Alejandro y su padre volvieron a su chabola, cargaron sus furgonetas con enseres y familia y huyeron en dirección desconocida. La policía todavía no los ha encontrado. Detrás quedaba el cuerpo de José, una cachiporra llega de sangre y muchos niños y sus madres mirando y llorando. La víctima falleció en un hospital a primeras horas de la madrugada de ayer, viernes. Tanto la víctima como los presuntos criminales tenían antecedentes por homicidio doloso y robo.

Es el relato del último crimen del año: el número 75. Precisamente, el mismo número de muertes violentas cometidas en todo 2002. Aún faltan 145 días para fin de año.