Los números rojos asustan al Barça

La junta de Laporta quiere equilibrar el presupuesto con 40 millones en nuevos ingresos

El Barcelona afronta su nueva etapa bajo el peso descomunal de un déficit corriente de 70 millones de euros y una deuda financiera superior a los 250 millones. El presidente, Joan Laporta, levantará hoy, en la reunión de la junta directiva del club, la última trinchera del tardonuñismo, que protegía la realidad de los números rojos. El ejercicio 2002-2003, cerrado en junio, arroja un déficit contable de 160 millones. El club tiene un plan para incrementar sus ingresos extraordinarios en 40 millones y alcanzar el déficit cero en un presupuesto reducido a 165 millones para la próxima temp...

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El Barcelona afronta su nueva etapa bajo el peso descomunal de un déficit corriente de 70 millones de euros y una deuda financiera superior a los 250 millones. El presidente, Joan Laporta, levantará hoy, en la reunión de la junta directiva del club, la última trinchera del tardonuñismo, que protegía la realidad de los números rojos. El ejercicio 2002-2003, cerrado en junio, arroja un déficit contable de 160 millones. El club tiene un plan para incrementar sus ingresos extraordinarios en 40 millones y alcanzar el déficit cero en un presupuesto reducido a 165 millones para la próxima temporada.

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La situación asusta a la nueva junta directiva, que está trabajando ya con los resultados de la auditoría que encargó cuando se hizo cargo del club. En el último balance, los ingresos se elevaron sólo a 125 millones de euros, mientras que los gastos fueron de 195. A los 70 millones de déficit corriente, hay que añadir otros 90 de provisión de fondos, que elevan la cifra final a 160. Una vez reconocida la situación, el equipo económico del Barça, dirigido por el vicepresidente Ferran Soriano, aplicará la tijera al gasto e incrementará el ingreso, con el objetivo de alcanzar el equilibrio patrimonial (déficit cero), a 31 de junio de 2004.

Respecto al gasto, el recorte será de 30 millones de euros, divididos en dos grandes partidas: la reducción de los salarios fijos de los jugadores y el despido de diversos altos cargos con sueldos astronómicos, entre ellos el ex director general Javier Pérez Farguell. El coste de la plantilla ha descendido ya en alrededor de 20 millones, tras las rebajas de los sueldos de Kluivert y Cocu y del pago fraccionado -un fijo y el resto en función de los objetivos- a los nuevos fichajes, como Ronaldinho, Márquez o Quaresma. Si las cuentas no fallan, a la cifra global de gastos (195 millones) se le restarán los 30 citados hasta cifrar el gasto para el próximo ejercicio en 165 millones (presupuesto 2004-2005).

Sin embargo, el equilibrio sólo se logrará aumentando los ingresos ordinarios y extraordinarios. La junta de Laporta ha empezado ya a aplicar un plan estratégico para pasar de los 125 millones actuales de ingresos a los 165 que exige la promesa electoral de déficit cero tras el primer ejercicio. ¿De dónde sacará el Barça los 40 millones que le faltan?

El club quiere distribuir la nueva entrada de dinero en seis grandes partidas: la publicidad en las camisetas, que supondrán 10 millones; la renegociación de los derechos de televisión, con un balance de 8 millones; la subida de los abonos a los socios (8 millones); la renovación de los contratos de patrocinio con las marcas que ya se anuncian actualmente a través del Barça, y la incorporación de nuevos patrocinadores, que aportarán otros 6 millones; los contratos de telefonía movil para que los goles del Barça aparezcan en las pantallas de los usuarios en cualquier punto del planeta (3 millones); y finalmente los beneficios derivados de la nueva política de comercialización de las entradas en el Camp Nou (5 millones).

El objetivo de déficit cero resulta alcanzable si sólo se contempla la actividad ordinaria del club. Pero, por primera vez desde la llegada de Josep Lluis Núñez a la presidencia en 1979, la entidad añade a sus cuentas anuales dos nuevos conceptos entendidos como apuntes contables -dinero que no ha de ponerse sobre la mesa pero que aflora en el balance-, ambos de importante calado a la hora de valorar la escasa salud financiera del club. El primero, alcanza los 30 millones de euros, el monto correspondiente a las actas que la Agencia Tributaria ha levantado al Barça por disconformidad en la forma de pago de algunas fichas. El segundo, que se elevará a unos 60 millones, corresponde a las diferencias de valor entre el precio contable de algunos futbolistas -los descartados por Frank Rijkaard y algunos integrantes de la plantilla- y su precio real de mercado, mucho más bajo. En ambos casos se trata de meros apuntes contables, que "desvelan los desequilibrios patrimoniales del club, tal como exigen las normas actuales de auditoría y contabilidad", señalan fuentes cercanas a la directiva. La realidad es que los activos patrimoniales del Barça valen mucho menos de lo que decían las juntas de Joan Gaspart y Enric Reyna.

El club se marca la prioridad de cuadrar su cuenta de resultados. Después, abordará la actualización del balance de la entidad para aflorar el valor del patrimonio real. Respecto a la deuda financiera (250 millones), aun siendo demasiado alta, su coste no representa ningún lastre dada su buena combinación entre el medio y el largo plazo y la bonanza de precios en los mercados de capitales.

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