Crítica:CINE

Un retrato de la vida digna

Tras el verídico título de este primer filme de la colombiana Patricia Cardoso se esconde una inteligente women's pictures, una especie de actualizada peripecia para públicos femeninos como los que otrora hiciera la Warner en los cuarente y los cincuenta. Es decir, una historia con tintes esperanzadores, hondamente anclada en una realidad social que los guionistas conocen al dedillo y de la que hablan con desparpajo. Una película amable, pero con las suficientes dosis de acíbar como para no ocultar que cada personaje tiene sus razones, y muy poderosas, para actuar como actúa. Y que no o...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tras el verídico título de este primer filme de la colombiana Patricia Cardoso se esconde una inteligente women's pictures, una especie de actualizada peripecia para públicos femeninos como los que otrora hiciera la Warner en los cuarente y los cincuenta. Es decir, una historia con tintes esperanzadores, hondamente anclada en una realidad social que los guionistas conocen al dedillo y de la que hablan con desparpajo. Una película amable, pero con las suficientes dosis de acíbar como para no ocultar que cada personaje tiene sus razones, y muy poderosas, para actuar como actúa. Y que no olvida, antes bien, construye prioritariamente su discurso, a qué público pretende dirigirse.

LAS MUJERES REALES TIENEN CURVAS

Directora: Patricia Cardoso. Intérpretes: América Ferrera, Lupe Ontiveros, Ingrid Oliu, George López, Brian Sites, Soledad St. Hilaire. Género: comedia. Estados Unidos, 2002. Duración: 90 minutos.

En ciertos aspectos, similar a una película tan reciente como Quiero ser como Beckham, aunque cambiando el balón por los libros, Las mujeres... cuenta una historia de hija de inmigrantes (aquí, mexicanos en EE UU) que pretende abrirse paso en la vida escapando al destino que para ella sueñan sus progenitores, y que para ello se enfrenta ante todo a la madre, con el más o menos explícito apoyo del padre. Una historia de enfrentamiento generacional, pero con los suficientes elementos como para hacer creíble a los personajes; tanto, que la impresionante actuación de la madre, la espléndida Lupe Ontiveros, hace que por momentos entendamos profundamente los porqués de su denodada oposición a los planes de su hija: porque aceptarlos es lo mismo que reconocer que toda su vida ha sido una equivocación.

Rodado con inusual solvencia por una debutante que ha escrito, no obstante, varios guiones antes -y se le nota: éste es francamente redondo-, en ocasiones demasiado volcado en un personaje sin fisuras, el protagónico que encarna la hija (América Ferrera), el filme es una segura recomendación para espectadores (y sobre todo espectadoras) con sensibilidad y sensatez, poco amantes de los lugares comunes y dispuesto-as a aceptar que las mujeres de verdad poco tienen que ver con las hermosas anoréxicas que nos vende la publicidad día sí y día también.

Archivado En