Tribuna:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2003 | Decimoctava etapa

Una escapada, cuatro historias

Hagamos cuatro lecturas de la escapada de ayer:

1. Hace un año desapareció una multinacional del ciclismo llamada Mapei. Era un equipo inmenso, de casi 50 corredores de múltiples nacionalidades. Al desaparecer, sus corredores, yo entre ellos, tuvimos que buscar acomodo en el resto de equipos del pelotón. Para unos fue más fácil que para otros, pero al final todos encontramos hueco en algún sitio, lo que habla de la calidad de aquel bloque. Ayer, de 16 corredores de la escapada, cinco eran ex Mapei, aunque ahora de cuatro equipos diferentes. Tenían casi un 32% de posibilidades de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hagamos cuatro lecturas de la escapada de ayer:

1. Hace un año desapareció una multinacional del ciclismo llamada Mapei. Era un equipo inmenso, de casi 50 corredores de múltiples nacionalidades. Al desaparecer, sus corredores, yo entre ellos, tuvimos que buscar acomodo en el resto de equipos del pelotón. Para unos fue más fácil que para otros, pero al final todos encontramos hueco en algún sitio, lo que habla de la calidad de aquel bloque. Ayer, de 16 corredores de la escapada, cinco eran ex Mapei, aunque ahora de cuatro equipos diferentes. Tenían casi un 32% de posibilidades de ganar, pero sólo fueron tercero y cuarto.

2. Mirando este Tour por nacionalidades, ganaban los españoles por mayoría. Ayer, en la fuga buena, eran cuatro de 16, aunque había más italianos. Y ganó Lastras, un auténtico killer que completaba así un curriculum de espanto, etapas en Tour, Vuelta, y Giro. A otro español lo alcanzaron a tan sólo 300 metros de la meta.

Más información

3. En la grupetta del Duranguesado, donde vamos puliendo nuestra forma física día a día, solo teníamos un representante en la escapada, Mikel Pradera. Las posibilidades eran remotas y no pudo ser, pero alguna había, aunque finalmente no pudo ser. Menos mal que ya nos había salvado Mayo el honor en Alpe d'Huez.

4. Entre mis compañeros de equipo, había dos inmersos en la fuga. El Brama y Cañote. Brama quedó pronto fuera de juego, pero al pobre Cañote lo pillaron a sólo 300 metros de la meta. ¡Que pena, David, qué poco te ha faltado! Por desgracia, ahora ya tenemos una experiencia más en común.

Archivado En