Crítica:JUEGOS

Un universo en conflicto

La humanidad no tiene memoria histórica. Ni la tendrá en el siglo XXIV según el guión de Freelancer, título que Chris Roberts - autor de los juegos Wing Commander de los que hay una película- ha creado para Microsoft.

Las disputas por un territorio que tenían lugar años antes de Cristo y se reproducen ahora tienen su réplica en el futuro, en el espacio. Las guerras se harán por obtener el control sobre planetas o sistemas solares.

El jugador se convierte en uno de los supervivientes de un atentado sufrido por la base espacial de intercambio comercial Freeport 7, cer...

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La humanidad no tiene memoria histórica. Ni la tendrá en el siglo XXIV según el guión de Freelancer, título que Chris Roberts - autor de los juegos Wing Commander de los que hay una película- ha creado para Microsoft.

Las disputas por un territorio que tenían lugar años antes de Cristo y se reproducen ahora tienen su réplica en el futuro, en el espacio. Las guerras se harán por obtener el control sobre planetas o sistemas solares.

El jugador se convierte en uno de los supervivientes de un atentado sufrido por la base espacial de intercambio comercial Freeport 7, cerca del planeta New York del sistema Liberty. No es casualidad que el planeta lleve el nombre de la ciudad norteamericana ya que el juego sitúa a la humanidad repartida por el espacio en cuatro grandes colonias que partieron en naves de durmientes desde los cuatro continentes durante el último conflicto mundial. Los norteamericanos zarparon en la nave Liberty, los ingleses en la Bretonia, los asiáticos en la Kusari y los alemanes en la Rheinland. Los hispanos no sobrevivieron a la guerra del siglo XXIII.

Título: Freelancer

Desarrolla: Digital Anvil

Distribuye: Microsoft

Plataforma: Windows

Género: Acción

Recomendado: Todos los públicos

Precio: 50 euros

Más información

La idea de Roberts es que el jugador se sienta libre en el universo, pero para mantener la intensidad de la aventura existe un guión principal que se teje a medida que se cumplen misiones. Tras unos minutos de explicaciones sobre el funcionamiento del juego muy prácticos, el jugador consigue una nave y su primera misión gracias a June, una alto cargo de la Liberty Security Force.

El jugador puede ir a distintos lugares del planeta, como el bar, el área de comercio o el taller de naves, donde hablar con la gente y obtener información o misiones.

Las primeras son sencillas y se basan en escoltas de un planeta a otro en las que se produzca algún ataque de los piratas espaciales. Con la ayuda del ratón hay que dar caza a los enemigos y disuadirles de sus intenciones. Visualmente, tanto en los planetas, los personajes, como en la ambientación del espacio, Freelancer es una delicia. El sistema de alineación del personaje frente a las clases sociales, las mejoras en la nave, incluso comprando una nueva si se dispone de suficientes créditos, y la profundidad del argumento aseguran horas de ocio, siempre que se domine el inglés, pues no está ni traducido ni doblado al castellano.

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