Cartas al director

Religión: una asignatura más

Cualquier asignatura de las que se imparten en la primaria o secundaria tiene un cuerpo teórico verificable como la historia, demostrable como las matemáticas o al menos se puede razonar como la filosofía. En base a ello, los profesores evaluamos el progreso de los alumnos. Pero la religión y su cuerpo de creencias están fundamentadas en la fe, y la fe nos se puede adaptar a los criterios objetivos del resto de las disciplinas: no cabe la demostración, ni siquiera la razón. ¿Cómo entonces se puede evaluar de la misma manera que el inglés?

Pero la contradicción no está sólo en el punto d...

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Cualquier asignatura de las que se imparten en la primaria o secundaria tiene un cuerpo teórico verificable como la historia, demostrable como las matemáticas o al menos se puede razonar como la filosofía. En base a ello, los profesores evaluamos el progreso de los alumnos. Pero la religión y su cuerpo de creencias están fundamentadas en la fe, y la fe nos se puede adaptar a los criterios objetivos del resto de las disciplinas: no cabe la demostración, ni siquiera la razón. ¿Cómo entonces se puede evaluar de la misma manera que el inglés?

Pero la contradicción no está sólo en el punto de partida. Está también en los contenidos. Seguramente que en alguna clase, o muchas, oirán los estudiantes teorías sobre el control de la natalidad para combatir el hambre y la miseria. También aprenderán lo que los metodos anticonceptivos han supuesto para la incorporación de la mujer al trabajo, o que el virus del sida mata a millones de personas anualmente y que la utilización del preservativo podría acabar con la epidemia para siempre. O que esa "desviación antinatura", que es la homosexualidad para la Iglesia católica, ha estado siempre en la naturaleza humana y que grandes civilizaciones como la griega la practicaban sin remordimiento.

Cuando a las niñas magrebíes, que también tienen derecho a su clase de religión, les expliquen que no son iguales al varón, que su papel es estar supeditadas al mismo y que deben dejar de estudiar para ayudar a sus madres o casarse a los 15 años, ¿nos rasgaremos las vestiduras ante tanto integrismo?

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Éste es un país laico, porque así lo dice la Constitución, y no hay ningún país al que queramos parecernos que tenga religión en sus escuelas públicas. La religión se aprende en el seno de la familia y en la iglesia correspondiente. En las escuelas e institutos queremos enseñar a convivir, a progresar en la creencia de que todos somos iguales.

¿Creen ustedes que la religión, como asignatura de pleno derecho desde 1º de primaria hasta 1º de bachillerato -en detrimento de otras, sea dogma católico o musulmán-, va a contribuir a una mejor educación? Con los problemas que tenemos en la actualidad, esta medida es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y un desprecio a lo que la escuela representa.

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