El 80% de las andaluzas decide sobre la alimentación familiar, según un estudio
La mujer es la encargada de la alimentación de la familia en la mayoría de los casos. Ocho de cada diez andaluzas se encargan de hacer la lista de la compra, llenar la despensa y cocinar, mientras que muy pocos hombres, el 7%, se atribuye esta responsabilidad. Se perciben más bien como "colaboradores".
Estos datos forman parte de un estudio sobre el papel de la mujer en la alimentación y fueron difundidos ayer por el Instito Omega3, perteneciente a la Fundación Pascual. El trabajo, dirigido por el catedrátido de Sociología de la Universidad Complutense Juan Díez Nicolás
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La mujer es la encargada de la alimentación de la familia en la mayoría de los casos. Ocho de cada diez andaluzas se encargan de hacer la lista de la compra, llenar la despensa y cocinar, mientras que muy pocos hombres, el 7%, se atribuye esta responsabilidad. Se perciben más bien como "colaboradores".
Estos datos forman parte de un estudio sobre el papel de la mujer en la alimentación y fueron difundidos ayer por el Instito Omega3, perteneciente a la Fundación Pascual. El trabajo, dirigido por el catedrátido de Sociología de la Universidad Complutense Juan Díez Nicolás
, descubre una mayor preocupación en Andalucía por la relación entre la salud
y la alimentación, y ratifica el interés por volver a la dieta mediterránea.
En la toma de decisiones relacionadas con la alimentación familiar las andaluzas se sitúan al mismo nivel que las baleares, y por debajo de Galicia, región con el porcentaje más alto (90%). Son los hombres gallegos quienes menos participan (3%), mientras que los más colaboradores son los canarios (31%). Estos resultados se han obtenido de 2.415 encuestas realizadas a nivel nacional. De ellas, 429 pertenecen al estudio andaluz y se realizaron durante abril y mayo.
Dieta mediterránea
Ante la obesidad y otros problemas de salud los andaluces recurren a las viejas costumbres. Lourdes Pérez-Olleros, licenciada en Farmacia y portavoz de Omega3, destacó que los encuestados tratan de retornar a la dieta mediterránea tras comprobar que modelos de alimentación como el estadounidense no son tan saludables como parecían. Pérez-Olleros puso como ejemplo el aumento en el consumo de alimentos como fruta y verdura, yogures y pescado, y la reducción de los menos saludables como dulces, los ricos en grasas o embutidos. Antes de consumir un alimento, los entrevistados tienen en cuenta que sea sano (66%) y seguro (54%). El sabor es otra de las características más valoradas. Cuatro de cada diez lo tienen en cuenta antes de echarlo al carro de la compra. Las mujeres se preocupan más por la salud y el peso, mientras que los hombres se inclinan por el sabor.
En cuanto a hábitos y costumbres, el lugar preferido para comer es el domicilio. Un 94% de los consultados se queda a comer en casa los días laborales, porcentaje que baja hasta el 84% los fines de semana. Sólo un 4% de los encuestados come en el trabajo.
El momento del día en el que más se cocina es la cena y el que menos la merienda. Para hacer la compra, la mitad de los encuestados acude a supermercados y un 36% a tiendas cercanas a su casa. El fin de semana es el momento preferido por los consumidores para acudir a comprar a las grandes superficies.