Los etarras acusados del atentado de Hipercor provocan su expulsión del juicio
El que fue jefe de los comandos operativos de ETA hasta su detención en 1987 Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, y el integrante del comando Barcelona Rafael Caride Simón provocaron ayer su expulsión del juicio que se celebra contra ellos en la Audiencia Nacional por su participación en la matanza de Hipercor.
El atentado se cometió el 19 de junio de 1987 en Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona mediante un coche bomba que contenía unos 30 kilos de amonal, unos 100 litros de gasolina, pegamento de contacto y escamas de jabón hasta un total de 200 litros. La ...
El que fue jefe de los comandos operativos de ETA hasta su detención en 1987 Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, y el integrante del comando Barcelona Rafael Caride Simón provocaron ayer su expulsión del juicio que se celebra contra ellos en la Audiencia Nacional por su participación en la matanza de Hipercor.
El atentado se cometió el 19 de junio de 1987 en Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona mediante un coche bomba que contenía unos 30 kilos de amonal, unos 100 litros de gasolina, pegamento de contacto y escamas de jabón hasta un total de 200 litros. La explosión causó la muerte de 21 personas y 45 heridos de diversa gravedad, así como daños materiales valorados en 363.995.713 pesetas, equivalentes a 2.187.658 euros.
El fiscal solicita para cada uno de ellos penas que suman 950 años, al considerarlos autores de 21 delitos de asesinato, 44 delitos de lesiones y otro de estragos, Caride en calidad de autor material y Arrospide como inductor y autor por cooperación necesaria, puesto que además de ordenar el atentado proporcionó los explosivos y el coche en el que fueron colocados.
Los dos terroristas provocaron su expulsión del juicio y renunciaron a su derecho a la última palabra. Caride dijo, en lugar de contestar a las preguntas del fiscal, que no aceptaba el juicio ni al tribunal y añadió: "Pienso que los responsables de esta masacre no están aquí en este juicio", en alusión a que el inmueble no fue desalojado, a pesar de que ETA avisó de la colocación de la bomba.
Santi Potros siguió la línea de su compañero y fue expulsado después de que golpease repetidamente el cristal blindado de la pecera de la sala de vistas.
Como testigo declaró un policía que inspeccionó el aparcamiento antes de que la bomba hiciera explosión, sin que el artefacto fuera localizado.