Crítica:COMER

Tras la memoria de los sabores tradicionales

HISPANIA, más de 50 años de cocina catalana en Arenys de Mar, a 37 kilómetros de Barcelona

Dentro del mundillo hostelero es muy difícil rebasar medio siglo sin sufrir altibajos ni padecer desfallecimientos. Con más de cincuenta años a sus espaldas, esta afamada casa de comidas, que dirigen las hermanas Lolita y Paquita Rexach, mantiene el estandarte de una cocina popular que va cayendo en el olvido. Recetas catalanas de toda la vida que evocan aquella frase de Josep Pla: "La cocina tradicional es un viaje de la memoria a la infancia".

A base de utilizar productos excelentes -caros y baratos-, de demostrar mucha sensibilidad y de hacer un ejercicio de constancia, Hispania cons...

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Dentro del mundillo hostelero es muy difícil rebasar medio siglo sin sufrir altibajos ni padecer desfallecimientos. Con más de cincuenta años a sus espaldas, esta afamada casa de comidas, que dirigen las hermanas Lolita y Paquita Rexach, mantiene el estandarte de una cocina popular que va cayendo en el olvido. Recetas catalanas de toda la vida que evocan aquella frase de Josep Pla: "La cocina tradicional es un viaje de la memoria a la infancia".

A base de utilizar productos excelentes -caros y baratos-, de demostrar mucha sensibilidad y de hacer un ejercicio de constancia, Hispania conserva intactas fórmulas gloriosas, como sus suquets, los pollos de payés estofados y las alcachofas con sepia. Todos con un nivel satisfactorio, a pesar de la clientela que a diario lo abarrota y casi colapsa el local los fines de semana. ¿Por qué en el sentir de los especialistas este tipo de cocina no se valora tanto como la contemporánea o creativa? Por una cuestión técnica, que afecta a los puntos de cocción, al equilibrio de los aderezos y a su resolución estética. Si, respetando lo que tiene, Hispania actualizara determinados detalles, sus recetas rozarían lo sublime. Como no es así, a lo largo de la carta se prodigan los aciertos salpicados de desencantos.

HISPANIA

Real, 54. Arenys de Mar (Barcelona). Teléfono: 937 91 04 57. Cierra martes y domingos noche. Precio: entre 50 y 70 euros. Tortilla de judías con butifarra, 10 euros. Sepia guisada con patatas, 18 euros. Entrecó a la parrilla, 17 euros. Crema catalana, 6 euros.

Pan ... 7

Café ... 4

Bodega ... 8,5

Ambiente ... 6,5

Servicio ... 5,5

Aseos ... 6,5

Pan con tomate

Son muy delicadas sus anchoas, correctos los buñuelos de bacalao, reconfortantes los fiambres de payés, pasables los canelones, y encandilante su pan con tomate, que emplea la deliciosa coca de Arenys de Mar como base. Muy finas las espardeñas rebozadas y las alcachofas a la plancha, y también las judías del Ganxet en ensalada. Por el contrario, a las croquetas de carn d'olla les sobra nuez moscada; los calamares a la romana se presentan con un rebozo muy basto; el arroz con carne se sirve pasado de cocción, y las sardinas fritas llegan a la mesa requemadas. ¿Problemas de masificación o de rutina?

Uno de los aspectos que singularizan Hispania son los platos mastresses, que Dolores y Paquita Rexach elaboran personalmente a la vista en una cocina independiente. Recetas singulares con las que el disfrute está garantizado. Merecen la pena el pato guisado con berenjenas, la langosta con patatas (algo sobrada de ajo), el pollo de payés en escabeche y los guisantes de Llavaneres rehogados (sólo en temporada). Es incomprensible que el servicio cometa tantos errores y el café sea tan malo.

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Comedor del restaurante Hispania, en Arenys de Mar.MANOLO S. URBANO

DESAYUNOS DE CUCHILLO Y TENEDOR

UNO DE LOS ALICIENTES de esta casa son los desayunos de cuchillo y tenedor, los almuerzos propiamente dichos, que hasta las 10.00 -sobre todo los fines de semana- congregan en el entorno de su sala de entrada, junto a la barra, a numerosos habituales y a otros esporádicos, incluidos personajes conocidos. Ocasión de oro para degustar platos y guisos suculentos, tal vez un bacalao con verduras, embutidos de payés o tortilla de judías con butifarra.

Lamentablemente, los postres de Hispania no alcanzan el nivel de los platos salados. A la crema catalana le sobra limón, y tanto la espuma de helado al perfume de kirsch como la tarta de manzana y la crepe rellena se mantienen en un tono medio bastante discreto. Tampoco se entienden las razones por las que en su tabla de quesos, muy buena, figuran exclusivamente piezas francesas. Olvido que rompe con el espíritu catalán de su cocina y supone un desaire grave a los magníficos quesos artesanos catalanes.

Particular interés merece su bodega, que se puede visitar previa solicitud a las propietarias. Almacena vinos espectaculares de España y Francia, con algunas de las mejores marcas de los dos países. Grandes riojas, riberas y prioratos, junto a vinos de Alsacia, del Ródano, de Burdeos, Borgoña y Champaña. El aspecto más entrañable lo aporta el rincón dedicado al desaparecido Néstor Luján, con un álbum de etiquetas y una estantería con las botellas que este historiador y gastrónomo donó a Hispania a título póstumo.

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