OPINIÓN DEL LECTOR

Madre de un niño celiaco

Como madre de un niño celiaco, leo con estupor e indignación la noticia en la que vemos que a una niña celiaca se le niega recibir la hostia de maíz y se le ofrece vino. Yo me pregunto qué acciones interpondrá el Defensor del Menor para amparar los derechos de esa niña, a la que la ley le prohíbe comprar y tomar alcohol. ¿Tendrán que lamentar algún niño y sus padres el querer ser católicos? ¿Cómo se puede permitir que el Estado dé cabida en sus planes de estudios a una religión que niega el derecho a una vida sana?...

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Como madre de un niño celiaco, leo con estupor e indignación la noticia en la que vemos que a una niña celiaca se le niega recibir la hostia de maíz y se le ofrece vino. Yo me pregunto qué acciones interpondrá el Defensor del Menor para amparar los derechos de esa niña, a la que la ley le prohíbe comprar y tomar alcohol. ¿Tendrán que lamentar algún niño y sus padres el querer ser católicos? ¿Cómo se puede permitir que el Estado dé cabida en sus planes de estudios a una religión que niega el derecho a una vida sana?

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