Simoni sentencia en el Sampeyre

Yaroslav Popovich sólo tiene 23 años. Como también es fuerte y audaz no dudó en equivocarse, hermoso error de valor e inexperiencia: en vez de conformarse con seguir la rueda del mejor y conformarse con confortar su plaza en el podio, atacó. Atacó cuando no debía, en el valle, en el falso llano que unía los dos últimos puertos, donde sopla el viento, donde las fuerzas se agotan sin avanzar. Se sintió Eddy Merckx por un momento, capaz de transformar la realidad sólo ayudado por su carácter y su fuerza. Terminó derrotado, pero no hundido, cerca del premio de la segunda plaza, que puede perder St...

Yaroslav Popovich sólo tiene 23 años. Como también es fuerte y audaz no dudó en equivocarse, hermoso error de valor e inexperiencia: en vez de conformarse con seguir la rueda del mejor y conformarse con confortar su plaza en el podio, atacó. Atacó cuando no debía, en el valle, en el falso llano que unía los dos últimos puertos, donde sopla el viento, donde las fuerzas se agotan sin avanzar. Se sintió Eddy Merckx por un momento, capaz de transformar la realidad sólo ayudado por su carácter y su fuerza. Terminó derrotado, pero no hundido, cerca del premio de la segunda plaza, que puede perder Stefano Garzelli, castigado por Simoni y por una caída.

Gilberto Simoni, el líder hormiga, tenía un plan para la etapa reina, el día de los tres gigantes de los Alpes piamonteses: Esischie, una Fauniera alargada que con sus 2.366 es la cima Coppi, Sampeyre y Valle Varaíta hasta Chianale. Simoni, que había resuelto a los puntos ante Garzelli las anteriores tres llegadas en alto y la contrarreloj -medio minuto de media en cada día-, buscaba el K.O.. Lo buscó y lo encontró. Atacó mediado el col de Sampeyre, a ocho kilómetros de la cima, donde el 15% de porcentaje, y dejó clavado a Garzelli. Pedaleando peligrosamente en una carretera estrecha, helada, blanqueada por una gruesa capa de granizo recién caído, en manga corta, Simoni arrastró en su rueda a Frigo y Popovich. Por detrás, cortados, obligados a superarse en el descenso, peligroso, Garzelli, Pantani, Noè, Pelizzotti...

Pantani, a la caza de las expectativas que había creado, arriesgó en una curva y se cayó. Arrastró al desgraciado Garzelli, que allí terminó de perder el Giro. Por delante, Frigo colaboró con Simoni. Para él sería la etapa, la octava de su equipo, el Fassa Bortolo; para Simoni, la victoria, casi definitiva, de su segundo Giro.

Petacchi, el sprinter ganador de seis etapas,, y 34 corredores más llegaron a más de 40 minutos, fuera de control.