Mi primera vez
Soy irlandesa. Llevo 14 años empadronada en España y tengo 40. He intentado votar en las elecciones municipales desde que tengo derecho a ello. En esta ocasión he votado por primera vez en este país. Las razones por las cuales no he votado antes son tan administrativamente surrealistas y, por tanto, burocráticamente surrealistas, que no merece la pena aburrir a los lectores con la larga lista de anécdotas que me han impedido votar hasta ahora. Lo importante es que al final lo he conseguido.
El domingo me acerqué a la mesa electoral; entregué mi sobre debidamente cerrado y mi identificac...
Soy irlandesa. Llevo 14 años empadronada en España y tengo 40. He intentado votar en las elecciones municipales desde que tengo derecho a ello. En esta ocasión he votado por primera vez en este país. Las razones por las cuales no he votado antes son tan administrativamente surrealistas y, por tanto, burocráticamente surrealistas, que no merece la pena aburrir a los lectores con la larga lista de anécdotas que me han impedido votar hasta ahora. Lo importante es que al final lo he conseguido.
El domingo me acerqué a la mesa electoral; entregué mi sobre debidamente cerrado y mi identificación; el presidente y demás compaña comprobaron mis datos; como mis nombres y apellido (los irlandeses sólo tenemos uno) son difíciles de pronunciar, vi cómo mi identificación pasaba de mano en mano hasta que me encontraron en la lista de votantes. Cuál no fue la sorpresa de todos cuando apareció mi nombre escrito dos veces.
Quedaba la duda sobre cuál de las dos era yo. Yo llevo 40 años sabiendo quién soy y aproximadamente unos catorce años intentando explicárselo a la burocracia española. Se aclaró que mi apellido se escribe con dos tes. Sin embargo, hoy por fin he sido premiada con el derecho de haber podido votar dos veces. ¡Muchas gracias, España!