ELECCIONES 25M | Comunidad Valenciana

Las tres capitales valencianas, en manos de los populares

Los socialistas mejoran sus resultados en Elche y consolidan su hegemonía en el 'cinturón rojo' de Valencia

El mapa municipal de la Comunidad Valenciana ha cambiado muy poco tras las elecciones del pasado domingo. Los grandes partidos han mantenido sus respectivas posiciones y las formaciones pequeñas sólo han podido arañar algunos concejales. El PP ha renovado con holgura la mayoría absoluta que tenía en las tres capitales de provincia, mientras que en las ciudades medianas no sólo no ha registrado grandes pérdidas, sino que en algunas donde se podía presumir un retroceso finalmente ha

ganado terreno. Por su parte, el PSPV-PSOE refuerza su hegemonía en Elche, la cuarta ciudad más poblada, y ...

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El mapa municipal de la Comunidad Valenciana ha cambiado muy poco tras las elecciones del pasado domingo. Los grandes partidos han mantenido sus respectivas posiciones y las formaciones pequeñas sólo han podido arañar algunos concejales. El PP ha renovado con holgura la mayoría absoluta que tenía en las tres capitales de provincia, mientras que en las ciudades medianas no sólo no ha registrado grandes pérdidas, sino que en algunas donde se podía presumir un retroceso finalmente ha

ganado terreno. Por su parte, el PSPV-PSOE refuerza su hegemonía en Elche, la cuarta ciudad más poblada, y afianza su dominio en el llamado cinturón

rojo de Valencia, constituido por las localidades del área metropolitana, pero pierde peso en otra ciudad importante, Gandia, donde por primera vez los populares ganan en número de votos.

Rita Barberá, en Valencia, Luis Díaz Alperi, en Alicante, y José Luis Gimeno, en Castellón, pierden un concejal cada uno, pero aun así repiten su cómoda mayoría absoluta. Lo de Valencia estaba cantado: el reconocido tirón de Barberá, que se presentaba con una gestión sin manchas, ha sido una barrera infranqueable para el candidato socialista, Rafael Rubio, que se ha tenido que contentar con un aumento de un concejal. En cambio, en Alicante y en Castellón los candidatos del PP llegaban a la cita con las urnas con cierto desgaste debido a sendas polémicas urbanísticas que han acabado en los tribunales. Pero tampoco eso ha sido tenido en cuenta por los votantes, que les han otorgado nuevamente su confianza. No obstante, en el caso de Alicante, el PP partía con la ventaja derivada de las dificultades de orden interno que han vivido los socialistas en los últimos tiempos. En esta ciudad, el concejal que ha perdido el PP lo ha ganado el PSPV. Y en Castellón, los nacionalistas del Bloc-EV han sumado el edil que ha perdido Gimeno.

En general, estas elecciones han puesto de relieve que los votantes han apoyado a las fuerzas que ya estaban al frente de la gestión en los ayuntamientos, de manera que en muy pocos de ellos se ha producido vuelco electoral. Ni siquiera en localidades donde, como consecuencia de la gestión o de problemas que han afectado negativamente a la población, se podría esperar un cambio de tendencia. Es el caso de Alcoi. En esta populosa ciudad industrial el PP ha conseguido por primera vez la mayoría absoluta, a pesar de que ni el Ayuntamiento ni la Generalitat han dado solución a los repetidos brotes de legionela -ya van por el octavo desde 1999, con centenares de afectados y con víctimas mortales-, que han provocado auténtica alarma entre la población.

En Elche, los socialistas han revalidado y ampliado su mayoría absoluta. Con Diego Macià como alcalde, la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana continúa, de esta manera, como la principal baza de los socialistas. En la ciudad ilicitana, el PSPV superó en votos al PP, incluso en las urnas autonómicas.

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Otra ciudad importante para los socialistas valencianos es Gandia. Allí, sin embargo, la candidata Josefa Frau, al frente del Ayuntamiento desde 1991, se ha visto superada por el PP y tendrá que pactar con los nacionalistas del Bloc-EV para mantener el puesto. También Sagunto, otro tradicional bastión de la izquierda, aunque gobernado en los últimos años por una coalición entre el PP y los nacionalistas, puede volver a tener alcalde socialista, aunque para ello serán necesarias negociaciones. La sentencia que obliga a desmontar la rehabilitación del Teatro Romano ha jugado un papel importante en la campaña y ha terminado por afectar negativamente al PP.

Los socialistas también afianzan su dominio en el cinturón rojo de Valencia. Poblaciones como Torrent, Aldaia, Benetússer, Paterna, Quart de Poblet, Alaquàs, Burjassot o Xirivella, que rodean a la capital, han vuelto a votar mayoritariamente a los socialistas, que incluso aumentan su mayoría en Quart, Paterna y Torrent.

En la provincia de Castellón también se mantienen las posiciones, de manera que son pocos los ayuntamientos que cambian de signo. Y eso a pesar de que los populares pierde apoyos, mientras que los socialistas experimentan un ligero avance y los nacionalistas crecen algo más. El PP pierde las plazas de Nules y l'Alcora, mientras arrebata Almassora a los socialistas.

Con estos resultados, las tres diputaciones valencianas quedan en manos del PP como hasta ahora, en los tres casos con mayoría absoluta. Las elecciones locales han consolidado al Bloc Nacionalista Valencià -que en esta ocasión se presentaba en coalición con Esquerra Verda- como la tercera fuerza municipal, con casi 300 concejales. Y han confirmado el imparable declive de Unió Valenciana. Los regionalistas, en otros tiempos una fuerza determinante no sólo en muchos ayuntamientos sino incluso en las Cortes Valencianas, se ven abocados prácticamente a la desaparición. Sólo les queda el consuelo del escaño que mantienen en la Diputación de Valencia.

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