Columna

Indecisos

A la espera de lo que ocurra el día 25, las encuestas apuntan indicios y avisan de indecisos. Ni siquiera está claro que la oposición a la guerra se refleje poco o mucho en el voto. Una encuesta, la del CIS, dice que sí y las siguientes, que se hicieron más tarde, dicen que no. Todo es inseguro, menos un dato: el del elevado número de indecisos, que son muchos más de los que se han declarado así en anteriores elecciones y cuyos votos pueden ir a cualquier partido, o a ninguno, es decir, a la abstención.

Los electores son de dos clases: una, la de los "ideologizados" y la otra, la de los...

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A la espera de lo que ocurra el día 25, las encuestas apuntan indicios y avisan de indecisos. Ni siquiera está claro que la oposición a la guerra se refleje poco o mucho en el voto. Una encuesta, la del CIS, dice que sí y las siguientes, que se hicieron más tarde, dicen que no. Todo es inseguro, menos un dato: el del elevado número de indecisos, que son muchos más de los que se han declarado así en anteriores elecciones y cuyos votos pueden ir a cualquier partido, o a ninguno, es decir, a la abstención.

Los electores son de dos clases: una, la de los "ideologizados" y la otra, la de los "prácticos". Entre los primeros, es decir, están las mayorías que votan a los grandes partidos, son gente de derecha convencida, o de izquierda convencida, que nunca cambia su voto: no son los que deciden. Los que deciden de entre los "ideologizados" son las minorías críticas, que deciden abandonar, es decir abstenerse cuando las cosas que los partidos han hecho durante los cuatro años de gobierno o de oposición, no les han convencido o, directamente, les han decepcionado.

Los "prácticos" deciden absolutamente, porque generalmente no cuentan entre sus filas a abstencionistas sino que votan y lo hacen buscando la seguridad, la mayoría de esos votantes que me permito llamar "prácticos" suele esperar hasta última hora, para votar al partido que encuentren más fuerte, más unido, más seguro, con más capacidad de asumir la responsabilidad de gobierno durante los cuatro años que van desde unas elecciones a otras; pero también entre estos hay minorías que al final suelen decantarse, directamente, por la opción más conservadora, sea esta de derecha o de izquierda, conservadora en el sentido de que suelen votar a quien ya gobierna, en una apuesta ausente de riesgo, una apuesta por la continuidad.

Los "prácticos" son prácticos, por eso no miran tanto programas como seguridades. Entre los "ideologizados" los abstencionistas no se mueven por seguridades, sino justamente por ideología, acaso más que ninguno de todos los llamados a votar, y su ideología es más de izquierda que de derecha, por eso, si entre los indecisos, hay muchos que deciden abstenerse quien perderá con esa decisión será, sin duda, la izquierda.

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