Imaginación y cálculos para viajar a un cometa

¿Cómo ir de un cuerpo del Sistema Solar a otro con una nave determinada, lanzada por un cohete de potencia específica, cumpliendo requisitos de seguridad de la propia misión y, por supuesto, satisfaciendo los intereses científicos de la exploración? Encontrar la mejor ruta es muy complicado, y en la misión Rosetta a un cometa los expertos han tenido que hacerlo dos veces: una al definir el proyecto hace años y otra a toda prisa en diciembre pasado, cuando se suspendió el lanzamiento, se perdió la oportunidad de vuelo en enero y hubo que plantearse trayectorias e incluso cometas de desti...

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¿Cómo ir de un cuerpo del Sistema Solar a otro con una nave determinada, lanzada por un cohete de potencia específica, cumpliendo requisitos de seguridad de la propia misión y, por supuesto, satisfaciendo los intereses científicos de la exploración? Encontrar la mejor ruta es muy complicado, y en la misión Rosetta a un cometa los expertos han tenido que hacerlo dos veces: una al definir el proyecto hace años y otra a toda prisa en diciembre pasado, cuando se suspendió el lanzamiento, se perdió la oportunidad de vuelo en enero y hubo que plantearse trayectorias e incluso cometas de destino alternativos.

Finalmente se ha decidido que el nuevo destino de Rosetta es el cometa Churymov-Gerasinenko, aunque la ESA aún no lo ha anunciado oficialmente. Se trata de un cuerpo algo más grande que el cometa Wirtanen inicialmente designado como blanco de la misión, y la nave europea partirá a su encuentro en febrero de 2004, pero tardará diez años en llegar a su destino, tras pasar varias veces por Marte para tomar impulso gravitatorio robado a ese planeta.

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"El Departamento de Análisis de Misión de Esoc [centro de operaciones de la ESA] nos encargó en diciembre un estudio de misiones alternativas para Rosetta; fue una semana de actividad frenética", recuerda Miguel Belló Mora, director de la empresa española Deimos Space, uno de los equipos a los que se recurrió ante la emergencia de no poder lanzar Rosetta con el cohete previsto en la fecha prevista y, por tanto, perder esa oportunidad de viaje.

"Encontramos cometas alternativos con trayectorias diferentes, pero no todos los cometas tienen igual interés para los científicos", continúa Belló Mora. "Había buenas alternativas pasando por Venus en la trayectoria, pero Astrium, la empresa que ha construido la nave, advirtió que no se responsabilizaba de que ésta soportara las altas temperaturas que sufriría en esa ruta". En otras trayectorias Rosetta se alejaba demasiado de la Tierra, comprometiendo la fluidez de las comunicaciones. Incluso se valoró la posibilidad de ir al planeado Wirtanen, pero tendría que ser saliendo con el nuevo cohete Ariane 5 10 toneladas, justo el modelo que falló en enero y que desbarató todos los planes.

El diseño de trayectorias es como un juego de billar espacial, que exige primero imaginación para concebir alternativas y luego trabajo intenso con ordenadores para calcular con total precisión las rutas, resume Belló Mora, especialista que ya participó, hace diez años, en el diseño del complejo viaje de Rosetta a un cometa.

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