Demasiada presión
La oleada de atentados terroristas ha empeorado notablemente la deteriorada situación geopolítica y le ha dado un tono global que ha asustado a los inversores, al coincidir con una fase de declive económico.
Si en las sesiones anteriores se hizo frente a los malos datos económicos concediendo cierto margen a la posibilidad de que estuvieran descontados casi en su totalidad, ayer el ambiente exigía reducir considerablemente el nivel de riesgo de las carteras, lo que provocó fuertes caídas en la mayoría de los mercados de valores.
El Ibex 35 perdió el 3,12%, la tercera caída en imp...
La oleada de atentados terroristas ha empeorado notablemente la deteriorada situación geopolítica y le ha dado un tono global que ha asustado a los inversores, al coincidir con una fase de declive económico.
Si en las sesiones anteriores se hizo frente a los malos datos económicos concediendo cierto margen a la posibilidad de que estuvieran descontados casi en su totalidad, ayer el ambiente exigía reducir considerablemente el nivel de riesgo de las carteras, lo que provocó fuertes caídas en la mayoría de los mercados de valores.
El Ibex 35 perdió el 3,12%, la tercera caída en importancia en este año, y retrocede a los niveles de los primeros días de abril, al cerrar en 6.279,60 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid perdió el 2,63%, para cerrar en 658,44.
Los indicadores económicos dados a conocer ayer fueron medianamente buenos para Estados Unidos, mientras que en la UE confirmaron la debilidad de su economía. El índice adelantado de Estados Unidos, leading indicators, de abril subió el 0,1%, una cifra tan corta que no deja margen para el optimismo. El PIB del primer trimestre en Francia subió el 0,2%, al tiempo que en Alemania los precios a la producción bajaron el 0,2% en abril, reavivando el temor a que este útimo país entre en un periodo de deflación, algo que el FMI considera muy posible, mientras que ve poco riesgo en Estados Unidos. Aun así, el Dow Jones bajaba el 2% a media sesión tras el anuncio de que este país no cambiará su política respecto del dólar.
Los problemas para la economía alemana, muy dependiente de las exportaciones para salir de la crisis, aumentaron con la debilidad de la moneda estadounidense, al alcanzar los 1,17 dólares por euro a lo largo de la mañana. Los inversores no tuvieron más que atar cabos con todos estos datos y el resultado fue una de las sesiones más vendedoras del ejercicio.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.175,93 millones de euros.