Detenido el padrastro de una niña de cuatro años hallada muerta en un camión de basura

Los tribunales no habían notificado la retirada de la tutela de la menor, decidida en abril

La búsqueda de una niña de cuatro años, Erika, que la noche del miércoles movilizó a las fuerzas de seguridad y a parte de la población de Carballiño (Ourense), terminó en apenas cuatro horas. Como sospechaban las autoridades locales y algunos vecinos, el cuerpo de la niña fue hallado en el interior del camión municipal que recogía la basura. En pleno operativo de búsqueda de la menor, fueron detenidos su padrastro, Luis P. M., de 25 años, y su madre, Ana G. S., de 28, que tenían retirada la tutela de tres hijos por decisión del Tribunal Tutelar aunque aún no habían recibido la notificación....

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La búsqueda de una niña de cuatro años, Erika, que la noche del miércoles movilizó a las fuerzas de seguridad y a parte de la población de Carballiño (Ourense), terminó en apenas cuatro horas. Como sospechaban las autoridades locales y algunos vecinos, el cuerpo de la niña fue hallado en el interior del camión municipal que recogía la basura. En pleno operativo de búsqueda de la menor, fueron detenidos su padrastro, Luis P. M., de 25 años, y su madre, Ana G. S., de 28, que tenían retirada la tutela de tres hijos por decisión del Tribunal Tutelar aunque aún no habían recibido la notificación.

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La madre de Erika fue puesta en libertad, de momento sin cargos, y el padrastro, conducido a la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense, donde esperan ponerlo hoy a disposición judicial.

Una vez libre, Ana G. S. relató a Efe que esa noche, al volver a casa, se encontró con su marido que bajaba las escaleras "corriendo y gritando que Erika había desaparecido". "Fui a buscar una foto para denunciar su desaparición y encontré un niqui que Erika llevaba puesto ese día lleno de sangre en una bolsa de ropa sucia. Cuando me dijo que la niña no aparecía, él sabía perfectamente donde estaba", afirmó la madre.

La pareja denunció la desaparición alrededor de las 21.00, y desde entonces miembros de Protección Civil, agentes de la policía local, de la Guardia Civil y un numeroso grupo de vecinos inspeccionaron la calle en la que vivía la familia y las riberas del río, que discurre a un centenar de metros.

"Mientras buscábamos, algún vecino me hizo comentarios sobre la familia, y el padrastro no hacía más que repetir que la niña se había escapado cuando él bajó a depositar la basura. Tuve una corazonada y mandé parar la ruta del camión", recordaba ayer el alcalde carballinés, Manuel Vázquez.

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Eran las 22.00 y el camión interrumpió la recogida y partió, custodiado por una pareja de agentes de la Guardia Civil, al habitual lugar de descarga de los residuos, en el polígono de San Cibrán das Viñas de la capital orensana. De todas formas, los vecinos -y los padres- siguieron buscando. A la 1.20 conocieron la noticia de que el cuerpo de la niña había aparecido entre las cinco toneladas de basura que contenía el depósito de carga del vehículo.

Las sospechas sobre la causa de la desaparición surgieron ya en el momento en que fue denunciada. "En lo que contaba el padrastro había cosas que no encajaban. La niña no tuvo tiempo de desaparecer mientras él dejaba la basura y, además, la madre nos dijo que no podía bajar escaleras porque tenía una minusvalía en una pierna", aseguró un policía municipal.

La situación familiar, que Vázquez calificó de "desastrosa", abonó las sospechas. Luis y Ana, ambos sin trabajo, vivían de ayudas sociales o de los vecinos. Se habían casado el 27 de marzo, tras un mes de convivencia. Ana tenía otros dos hijos, de 8 y 2 años, de un matrimonio anterior. Las circunstancias eran conocidas por los servicios sociales de la Mancomunidad de Carballiño, a los que se había dirigido una familiar de Ana para denunciar que los niños eran objeto de malos tratos y no iban a la escuela.

De hecho, el 13 de abril, el Tribunal de Menores de Ourense había dictado la retirada de la custodia de los tres hijos, pero la orden sufrió un retraso. Fuentes de la Consejería de Familia indicaron que el plazo para la entrega de los niños finalizaba hoy. Ayer por la tarde, la policía judicial se hizo cargo de los dos hermanos de Erika.

Una amiga de Ana que la visitó la víspera de los hechos comentó a Radio Galega que vio a Erika "llena de moratones y envuelta en paños empapados en vinagre". La madre declaró ayer que su marido le tenía "una manía especial y la había castigado varias veces".

El cuerpo presentaba lesiones, según fuentes de la investigación, pero pudo habérselas ocasionado el traslado en el camión. Ayer por la tarde le fue practicada la autopsia. El presunto autor del crimen se negó a declarar ante la Guardia Civil, igual que su esposa.Erika será enterrada hoy a las 19.00.

La madre de la niña acude, acompañada por dos hermanos, al hospital para identificar a la menor muerta.EFE

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