MÚSICA

Apple inicia el servicio de descarga musical a 99 centavos de dólar

Apple inició el lunes su servicio de descarga musical a través de la red, a un coste de 99 centavos de dólar la canción y sin una tarifa de suscripción previa mensual.

La compañía de computadoras cuenta con el respaldo de las cinco grandes compañías discográficas más importantes del mundo, y supone el último intento por conseguir que los aficionados a la música que piratean canciones se decidan a pagar por ellas, una vez constatado el fracaso de la industria discográfica cuando ha intentado promocionar por separado el pago de la música en red.

De momento, el servicio de Apple es ...

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Apple inició el lunes su servicio de descarga musical a través de la red, a un coste de 99 centavos de dólar la canción y sin una tarifa de suscripción previa mensual.

La compañía de computadoras cuenta con el respaldo de las cinco grandes compañías discográficas más importantes del mundo, y supone el último intento por conseguir que los aficionados a la música que piratean canciones se decidan a pagar por ellas, una vez constatado el fracaso de la industria discográfica cuando ha intentado promocionar por separado el pago de la música en red.

De momento, el servicio de Apple es sólo factible para los ordenadores con su sistema operativo, un mercado que apenas supone el 3% del parque mundial. Este es el mayor defecto del ambicioso proyecto de Steve Jobs, director general de Apple.

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Sin embargo, la empresa ha anunciado que antes de final de año tendrá una versión del servicio compatible con Windows, el sistema operativo que domina el mercado.

Con este servicio, Apple también trata de promocionar sus computadoras MacIntosh que, desde hace años están perfectamente adaptadas para la copia, edición y reproducción de productos multimedia, tanto fotos, como vídeo o música.

Hasta el momento, todos los intentos precedentes de la copia legal de música a través de la red se cuentan por fracasos. Fue el caso de Pressplay y Musicnet, cada uno con sus respectivas sellos discográficos respaldándoles, pero sin contar con un catálogo de música tan amplio como para satifacer al público. En ese contexto, programas de distribución como Kazaa han gozado de mucha mayor popularidad, pese al riesgo de la mala calidad de la grabación o el contagio vírico a través de la red.

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