"Tal como jugamos, es fácil desbordarnos"

Patrick Kluivert, de 26 años de edad, es la cara amable del Barcelona. Optimista por naturaleza, jamás provoca indiferencia. Una mitad del campo le venera tanto como una cuarta parte le detesta por su falta de puntería ante el gol. A ojos neutrales, sin embargo, el delantero holandés es el futbolista más reconocido, interesante y exportable del plantel azulgrana. Este curso aspira a ganar con el Barça su segunda Liga de Campeones después de marcar el gol que permitió al Ajax levantar el trofeo en 1995. "¿Y por qué no podemos hacer algo?", se pregunta, ensimismado con Old Trafford, el escenario...

Patrick Kluivert, de 26 años de edad, es la cara amable del Barcelona. Optimista por naturaleza, jamás provoca indiferencia. Una mitad del campo le venera tanto como una cuarta parte le detesta por su falta de puntería ante el gol. A ojos neutrales, sin embargo, el delantero holandés es el futbolista más reconocido, interesante y exportable del plantel azulgrana. Este curso aspira a ganar con el Barça su segunda Liga de Campeones después de marcar el gol que permitió al Ajax levantar el trofeo en 1995. "¿Y por qué no podemos hacer algo?", se pregunta, ensimismado con Old Trafford, el escenario de la final, el campo del Manchester United, un equipo inglés, el tipo de fútbol que tanto adora. ¿Y la Liga? El sábado, en el Bernabéu, toca el Madrid, el líder, que aventaja al conjunto catalán en 24 puntos. "Tal como jugamos, somos fáciles de desbordar", advierte con tono autocrítico.

"Quiero ganar la Copa de Europa y seguir en el club. Pero a nadie le gusta que le bajen el sueldo"

"Hay que actuar en bloque, con las líneas más juntas, tanto para atacar como para replegarse"

Pregunta. ¿En qué falló el Barcelona contra el Deportivo?

Respuesta. No se jugó como un bloque y tampoco se miró al marcador. Con un 2-1 a nuestro favor, no se puede atacar y atacar sin hacer circular el balón. No es el estilo del Barça. Pero ese partido ya es pasado. Lo importante es saber cómo vamos a solucionar estos errores.

P. La plantilla se reunió el martes con el entrenador, Radomir Antic, y le advirtió de la necesidad de recuperar la posesión y el control de la pelota, de juntar más las líneas, de buscar la superioridad en el centro del campo... ¿Se podrá poner en práctica ante el Madrid lo hablado en el vestuario?

R. El palo del Deportivo nos ha unido más que nunca. Suena a tópico, pero es verdad. Significa que desde el regreso a los entrenamientos, el pasado martes, hemos trabajado estos aspectos para mejorar ante el Madrid. Hay que actuar como un bloque, con las líneas más juntas, tanto para atacar como para replegarse. Si se consiguen estos movimientos colectivos, la posesión del balón será más fácil.

P. El Madrid también es un equipo técnico. ¿Teme que el Bar-ça vuelva a correr detrás de la pelota como ante el Deportivo?

R. El Madrid quizá sea un equipo más técnico que el Deportivo. Pero insisto: si procuramos recuperar la posesión del balón, habremos dado un gran paso.

P. El equipo reivindica ahora la pelota, una petición que de alguna manera sugiere la pregunta de si cree que ha fracasado el estilo vertical, más directo y profundo, defendido por Antic.

R. No. El estilo de Antic es bueno. Con él hemos conseguido resultados. Pero fallamos ante el Deportivo. Por ejemplo, Sergio y Mauro Silva, sus pivotes del centro del campo, subían siempre al ataque y yo tenía que hacer un gran esfuerzo para coger a Mauro. Con las líneas juntas, habría sido más fácil apretar al rival.

P. ¿Cómo definiría, entonces, el fútbol del Barça?

R. Tal como jugamos, somos fáciles de desbordar por nuestros adversarios en la Liga. Los equipos españoles nos conocen mucho. En Europa, en cambio, está claro que es distinto. Pero estoy seguro de que vamos a solucionar todos nuestros problemas en la Liga con las cosas que hemos hablado.

P. Guardiola, Figo, Rivaldo... ¿Está el Barça falto de un referente?

R. Es difícil hacer reaccionar al equipo cuando estás dentro del campo. Pero el Barcelona tiene que hacerlo. La titularidad de Luis Enrique en el Bernabéu es muy importante. Marca la diferencia.

P. ¿Será su compañero de ataque ante la ausencia de Saviola por sanción?

R. Con toda probabilidad. Yo, como punta, y Luis Enrique, por detrás. Será él quien baje a presionar a Makelele o a Cambiasso.

P. ¿Ha acabado por afectar al equipo la situación de inestabilidad que vive el club?

R. No es excusa, pero puede afectar, puede tener su peso.

P. ¿Y el hecho de estar descartados en la Liga?

R. No estamos acostumbrados a luchar por la Copa de la UEFA. Supongo que también afecta a la mentalidad del grupo en la Liga. No ocurre así, en cambio, en el torneo europeo.

P. La Real Sociedad demostró que el Madrid es vulnerable si se le quita la pelota, si se le obliga a correr, si se le mueve.

R. La Real Sociedad no es superior al Madrid, pero tiene automatismos de grupo que le hacen ser más fuerte frente a un rival con mejores futbolistas.

P. ¿Cómo se motiva un equipo que acude al campo del líder con 24 puntos de desventaja, el caso del Barça?

R. No se mira la tabla. Eso, en un partido así, no cuenta cuando sales al campo. Los Madrid-Barcelona y viceversa son especiales. Esta vez, el Madrid se juega el título. El Barça, el orgullo de los culés.

P. ¿Cómo cree que será la visita del Juventus al Camp Nou, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions, tras la igualada (1-1) de la semana pasada?

R. Tenemos que clasificarnos y punto. Y se ha acabado.

P. Teniendo en cuenta la distancia entre los dos equipos, ¿teme que el Barça caiga en las semifinales ante el Madrid igual que hace un año (3-1)?

R. Es que eso yo no quiero ni pensarlo. No quiero tener ni un pensamiento negativo.

P. Pese a que tiene contrato en vigor hasta 2006, la junta incluyó una cláusula por la que antes del 15 de mayo puede reducirle la ficha anual a la mitad a cambio también de rebajarle la cláusula de rescisión. ¿Tal acuerdo significa que el club piensa en venderle o que usted piensa en irse?

R. Hay posibilidades de renegociar las condiciones, pero mi deseo es continuar. Lo he dicho muchísimas veces. Nadie quiere que le bajen el sueldo, pero hay que hablarlo. Ahora sólo pienso en ganar mi segunda Copa de Europa y después sueño con jugar en Inglaterra. Hablaremos al final de la temporada.