Entrevista:SANTIAGO LORENZO | Director de cine

"El oficio cinematográfico es como jugar con el Exin Castillos"

Santiago Lorenzo asegura que su infancia fue una infancia sin juegos. "Mi padre era director de colegio, así que era como tener a la Guardia Civil en casa. Siempre estudiando", dice. El Portugalete de sus amores fue "escenario de aquellos días oscuros". De entonces le quedó esa pasión por jugar que ha desarrollado toda su vida y que marcó la elección de su profesión.

Pregunta. ¿Cómo llegó hasta el cine?

Respuesta. Estaba en el teatro y me asqueaba. Hacíamos chapuzas, las peores obras que se montaron en Valladolid en los años ochenta. Así que lo dejé y pensé que el c...

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Santiago Lorenzo asegura que su infancia fue una infancia sin juegos. "Mi padre era director de colegio, así que era como tener a la Guardia Civil en casa. Siempre estudiando", dice. El Portugalete de sus amores fue "escenario de aquellos días oscuros". De entonces le quedó esa pasión por jugar que ha desarrollado toda su vida y que marcó la elección de su profesión.

Pregunta. ¿Cómo llegó hasta el cine?

Respuesta. Estaba en el teatro y me asqueaba. Hacíamos chapuzas, las peores obras que se montaron en Valladolid en los años ochenta. Así que lo dejé y pensé que el cine sería un mundo más divertido.

P. ¿Y esa afición?

R. Tiene que ver con ese impulso infantil de querer pasarte toda la vida con el Exin Castillos. Hacer películas tiene mucho que ver con ello. Y más la animación. El último corto que he hecho es de muñecos de resina, rodado fotograma a fotograma.

P. ¿Lo ha dirigido usted?

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R. No, la dirección y el guión son de Pedro Rodríguez, pero la producción es mía. También los decorados.

P. ¿Y eso?

R. Soy muy aficionado a las maquetas, así que esto ha sido como una extensión.

P. Su primer y, hasta ahora, único largometraje, Mamá es boba, se hizo en 1997 y se estrenó en 1999. Tuvo una vida corta en las salas de exhibición, pero buenas críticas. ¿A qué se debe esa contradicción?

R. Entonces ya no era posible la independencia cinematográfica en España. Era imposible producirse, dirigirse, escribir, etcétera uno sólo. La distribución de Mamá es boba fue pésima. Puedes tener un producto, pero si no hay tienda... Sentí en mis carnes lo de la concentración de los medios. Quizá en 1981 la película hubiera funcionado. Está mal que lo diga yo, pero a la gente le gustó. A mediados de mayo sale en DVD y quisiera que fuera una segunda oportunidad para la cinta.

P. El guión de Mamá es boba también era suyo.

R. Sí, pero ya me he retirado de querer hacerlo todo. Uno solo no puede abarcar tanto. Desde ahora, en largometrajes, sólo haré el guión. Es hora ya de tener un poco de humildad.

P. Mamá es boba era ácida, de humor negro, terrible.

R. Eso es algo que gusta al público.

P. ¿No desea volver al largometraje?

R. En eso estoy. Estuve asociado a Tomás Cimadevilla, productor de la exitosa Al otro lado de la cama. Hemos mantenido nuestra amistad, a pesar de ser él productor y yo director. Con él voy a hacer esta segunda película.

P. Pero no la va a dirigir.

R. No, sólo he hecho el guión. Como he dicho, con la segunda película llega el momento de la humildad. Si hay una gente que pone un montón de dinero, que tenga todas las garantías. Los productores me merecen todo el respeto. Se juegan su dinero. Ideas hay para aburrir, pero conseguir financiación es otra cosa.

P. ¿Cree que este será su gran salto cinematográfico?

R. Sin duda, este es el momento. Por eso voy a hacerle más caso a Tomás, que es un tío listo y, además es mejor director que yo.

P. ¿Tiene ya título esa nueva película?

R. Sí, Los huerfanitos, que son unos sinvergüenzas. Y tendrá el mismo tipo de humor que Mamá es boba.

P. ¿Se siente contento con su papel en el filme?

R. Escribir el guión es como comerme un chuletón de buey.

P. Usted vive en Madrid, ¿es más fácil realizar una carrera cinematográfica allí?

R. No queda más remedio que ir a Madrid. El oficio este no da para más de una ciudad, pero no pasa nada. Es como si quieres ser astronauta; pues te tienes que ir a Cabo Cañaveral.

PERFIL

Santiago Lorenzo nació en Portugalete (1964) pero, cuando él tenía 16 años, su familia se mudó a Madrid. Sin embargo, él siempre ha añorado las calles, los colores, los olores y las gentes de esta localidad vizcaína. Hace dos semanas regresó para estrenar su último cortometraje, 'La hormiga y la cigarra', de animación. Han pasado cuatro años desde que se estrenara su primer largometraje 'Mamá es boba'. Este año espera 'cuajar' el segundo.

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