Hallado el cadáver de un hombre junto a Las Barranquillas

La víctima tenía signos de ataduras en las manos

El cadáver de un hombre de 33 años, Alain Mauso Hammal, fue hallado ayer en un pinar solitario cercano al poblado marginal de venta de droga de Las Barranquillas (Puente de Vallecas). Un toxicómano encontró el cuerpo de Mauso sobre las ocho y media de la tarde. El cadáver tenía contusiones y sangre en la cara y en los brazos, además de señales de ataduras en ambas muñecas.

Eran las ocho y media de la tarde cuando Chema, un toxicómano vecino de Moncloa que frecuenta el poblado de Las Barranquillas, caminaba por el pinar después de volver de inyectarse su dosis diaria de heroína. De repen...

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El cadáver de un hombre de 33 años, Alain Mauso Hammal, fue hallado ayer en un pinar solitario cercano al poblado marginal de venta de droga de Las Barranquillas (Puente de Vallecas). Un toxicómano encontró el cuerpo de Mauso sobre las ocho y media de la tarde. El cadáver tenía contusiones y sangre en la cara y en los brazos, además de señales de ataduras en ambas muñecas.

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Eran las ocho y media de la tarde cuando Chema, un toxicómano vecino de Moncloa que frecuenta el poblado de Las Barranquillas, caminaba por el pinar después de volver de inyectarse su dosis diaria de heroína. De repente, el toxicómano vio tendido en el suelo "un bulto rojo". "Venía de ponerme un pico cuando he visto a un tío vestido con una chupa [cazadora] roja. Pensé que el chaval tenía una sobredosis y he pensado 'Hoy por ti, mañana por mí", explicó Chema, bastante nervioso, mientras sostenía una bolsa con varias jeringuillas ya utilizadas.

"Me he acercado a reanimarle y le he abofeteado varias veces. Tenía la cartera en el suelo, a un lado junto a él, y la he abierto para ver su carné de identidad y poder así llamarle por su nombre a ver si reaccionaba. A esa hora todavía era de día, pero pasaba poca gente", añadió. Mauso tenía documentación francesa, pero su ascendencia era de origen magrebí, según confirmó una portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

Mauso estaba muerto, en cuclillas y tendido boca abajo en el suelo. Sobre su frente y en los brazos tenía unas heridas y restos de sangre. Sus muñecas presentaban señales evidentes de que la víctima había sido maniatada, según fuentes policiales, que no pudieron determinar las causas de la muerte.

Vigilantes de seguridad

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Chema empezó entonces a llamar la atención de las escasas personas que transitaban anoche el lugar. "A todo el que pasaba le decía que avisara a alguien, pero nadie me hacía caso. Luego han venido los vigilantes de seguridad del centro de transportes [situado frente al lugar donde fue hallado Mauso] y ellos han llamado a la policía", señaló el testigo. Hasta el lugar se acercaron facultativos del Samur-Protección Civil y agentes del Grupo VI de Homicidios, dependientes de la Brigada de Policía Judicial.

En medio del oscuro paraje de pinos donde Chema encontró el cuerpo sin vida de Mauso, los agentes desnudaron el cadáver para buscar lesiones externas que permitieran dilucidar si fue asesinado o murió por causas naturales. Tan sólo la luz de las lámparas iluminaba la zona, por la que deambulaban, como fantasmas, toxicómanos en grupo o en solitario de regreso del poblado de Las Barranquillas.

Fuentes policiales explicaron anoche que no estaba clara la causa de la muerte. Las lesiones que presentaba externamente el fallecido no hacían suponer que hubiera sido asesinado. Tampoco había indicios de que fuera toxicómano. Sin embargo, habrá que esperar al resultado de la autopsia del cadáver, que le será practicada hoy en el Instituto Anatómico Forense, para determinar cómo murió exactamente Mauso.

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