Ferrando considera política la huelga del día 10 y dice que la ley no contempla este tipo de paros

La patronal valenciana y el Consell criticaron ayer la huelga de dos horas que han convocado para el día 10 de abril UGT, CGT y la Intersindical. El presidente de la Cierval, Rafael Ferrando, defendió que no hay "ningún" frente de desacuerdo en materia laboral y que un "conflicto político" no se puede resolver "creando problemas a las empresas". La Confederación Valenciana de la Pequeña y Mediana Empresa (Pymev), integrada en L'Empresarial, también rechazó la huelga y Vicente Rambla, consejero de Economía, aseguró que el paro "no aporta nada" y sí repercute sobre la economía.

Rafael Fer...

La patronal valenciana y el Consell criticaron ayer la huelga de dos horas que han convocado para el día 10 de abril UGT, CGT y la Intersindical. El presidente de la Cierval, Rafael Ferrando, defendió que no hay "ningún" frente de desacuerdo en materia laboral y que un "conflicto político" no se puede resolver "creando problemas a las empresas". La Confederación Valenciana de la Pequeña y Mediana Empresa (Pymev), integrada en L'Empresarial, también rechazó la huelga y Vicente Rambla, consejero de Economía, aseguró que el paro "no aporta nada" y sí repercute sobre la economía.

Rafael Ferrando aseguró que, según recoge la Constitución Española, "las huelgas sólo están justificadas por motivos laborales y en un conflicto entre empresa y trabajadores". Tras asistir a la inauguración del III Congreso de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad Valenciana, el presidente de la patronal valenciana, además, defendió que un "conflicto político hay que resolverlo de otras formas y no creando problemas a las empresas". El responsable de la patronal cree que los empresarios acabarán pagando el paro de la semana próxima.

En la misma línea se pronunció ayer oficialmente Pymev. La Confederación integrada en L'Empresarial mostró su "desacuerdo" con la convocatoria. "No es correcto que tengamos que pagar los empresarios lo que han iniciado otros", defendió la organización en un comunicado tras defender que entre el 91% de los ciudadanos que están contra la guerra no sólo están la mayoría de los trabajadores, sino también el grueso de los empresarios. Pymev hizo un llamamiento al Gobierno español y a los responsables sindicales para que se pare la guerra, se desconvoque la huelga y que no se siga "crispando un país que estaba en un periodo de sana recuperación económica".

Vicente Rambla, por su parte, pidió "responsabilidad" a los sindicatos para ser capaces de "seguir impulsando el desarrollo económico" de la autonomía y "no nos perdamos en otras cuestiones que se escapan a las propias internas de la economía valenciana y española". El responsable económico del Consell consideró que el paro convocado "no aporta nada" mientras que sí conlleva la repercusión económica "que toda huelga trae consigo".

Hubo otros pronunciamientos. El secretario general de la Unión Sindical Obrera (USO), Ismael Montero, defendió que no apoyarán el paro porque considera que tras la convocatoria "subyace una intencionalidad política totalmente ajena a la guerra" Montero realizó estas declaraciones tras reunirse con el candidato del Partido Popular a la presidencia de la Generalitat, Francisco Camps. Tanto USO como el Sindicato Independiente (SI) criticaron la motivación de UGT al convocar la protesta. El SI, además, considera que la huelga "no reúne" los requisitos que exige el Tribunal Constitucional para que se ajuste a las previsiones legales.

Los tres sindicatos convocantes, en cualquier caso, continuaron ayer trabajando con la vista puesta en la movilización de la semana próxima. La Intersindical Valenciana, por un lado, insistió en que el mundo laboral debe "contribuir a la magnífica movilización popular" contra la intervención en Irak. El sindicato valenciano volvió a asegurar que los "estragos" de esta guerra dan "motivos de sobra" para articular una protesta como la que han convocado y que el hecho de que "por imperativo legal sea preciso añadir para su legalización que la guerra conllevará pérdida de actividad económica, rescisión de contratos" entre otras consecuencias "sólo es otra verdad que no esconde los motivos de fondo" que no son otros que los mismos que tiene "toda la gente" que secunda cada día los actos contra esta guerra.

UGT-PV, por su parte, solicitó ayer al Gobierno valenciano que convoque la negociación de los servicios mínimos que regulen el paro del 10 de abril.

Por otro lado, y mientras el Consejo Confederal de CCOO, máximo órgano entre congresos respaldó ayer la postura del secretario general del sindicato, José María Fidalgo, de no apoyar la huelga general convocada por UGT, la sección sindical de CC OO en Paiporta junto a la de UGT acordaron de forma unánime en una asamblea parar durante 24 horas para protestar contra la guerra. El paro está previsto desde las nueve de la mañana y concluirá mañana a la misma hora. En un comunicado hecho público, las dos secciones sindicales también explicaban que han propuesto a la alcaldía de Paiporta que el importe de la nómina que se descontará por la protesta se destine a la ayuda humanitaria. El alcalde socialista de Paiporta, Bartomeu Bas, anunció que se sumará a la protesta y tramitará esta ayuda.