LOS EFECTOS DE LA GUERRA | GUERRA DE IRAK | La repercusión política

El PP rediseña la precampaña y reduce a la mínima expresión sus actos políticos

La dirección moviliza a todos los cargos públicos para que insuflen ánimo a los candidatos

El estreno de la etapa Piqué, que el Partido Popular de Cataluña esperaba desde hace años para intentar resolver su particular problema catalán, se ha convertido en un auténtico vía crucis por la guerra de Irak. El partido está rediseñando su estrategia ante la campaña electoral y reducirá los grandes actos a la mínima expresión. Tiene dificultades para presentar las mismas listas que en 1999 y se ha encendido una luz de alarma ante la perspectiva de disponer de menos interventores que nunca el día de los comicios. La policía detuvo ayer a una persona por proferir amenazas contra...

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El estreno de la etapa Piqué, que el Partido Popular de Cataluña esperaba desde hace años para intentar resolver su particular problema catalán, se ha convertido en un auténtico vía crucis por la guerra de Irak. El partido está rediseñando su estrategia ante la campaña electoral y reducirá los grandes actos a la mínima expresión. Tiene dificultades para presentar las mismas listas que en 1999 y se ha encendido una luz de alarma ante la perspectiva de disponer de menos interventores que nunca el día de los comicios. La policía detuvo ayer a una persona por proferir amenazas contra el PP.

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La nueva cúpula del PP catalán se conjuró en octubre para tratar de romper la anomalía histórica que suponía la débil representación en Cataluña del partido que gobierna España: sólo 12.000 catalanes tienen alcalde del PP y en las autonómicas de 1999 el partido quedó por debajo del 10% y a 40 escaños de distancia de los socialistas.

Seis meses después, el desánimo entre los dirigentes es total, especialmente tras el inicio de la guerra de Irak. Varios dirigentes significativos consultados por este periódico admiten que la confección de candidaturas se ha paralizado y que el número de listas elaboradas quedará probablemente por debajo de las de 1999. Todos dan por descontado que el estreno electoral del PP de Piqué se saldará con un serio revés.

En las últimas semanas el PP prácticamente no ha realizado actos públicos. Fuentes de este partido explican que la precampaña se ha rediseñado para reducirlos a la mínima expresión. Los pocos candidatos que proyectaban actos con una previsión de más de 500 asistentes los están cancelando. Y los que no se anulan cambian de emplazamiento: para evitar altercados apenas se anuncian y se realizan en lugares que sólo los invitados conocen, casi en un ambiente de clandestinidad.

Fuentes del aparato explican que todos los cargos públicos han sido movilizados para tener encuentros con los candidatos locales con el fin de combatir su desánimo. "No se trata tanto de darles argumentos por el conflicto de Irak como de compartir con ellos un café e intentar transmitirles que todo volverá a la normalidad cuando esto acabe", explica un destacado dirigente del partido.Varios diputados ocuparán el último puesto en las listas municipales para expresar su apoyo. Un destacado dirigente de la formación, buen conocedor de la vida interna del partido, explicó a este periódico que las previsiones de la formación son perder en torno a un tercio de los concejales en los comicios de mayo.

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En la formación se han encendido, además, las luces de alarma ante la previsible dificultad en encontrar interventores para el día de los comicios. "En las circunstancias actuales, ¿quién va a querer pasar ocho horas en un colegio electoral en representación del PP?", se preguntaba ayer, con evidente preocupación, un miembro de la ejecutiva regional.

Ayer, el candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, que la semana pasada fue agredido en Reus (Baix Camp), volvió a ser objeto de abucheos, esta vez en la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Para evitar altercados optó por participar en la charla prevista a través de una videoconferencia, desde un lugar que nadie quiso revelar "por razones de seguridad".

Pese a ello, el acto tampoco se desarrolló con normalidad. La mayoría de los 70 alumnos asistentes se disfrazaron de heridos y le concedieron sólo cinco minutos para intervenir: el 9% de la duración prevista del acto, equivalente, dijeron, al porcentaje de españoles que apoyan la guerra.

Cuando Fernández Díaz superó los cinco minutos, los estudiantes le interrumpieron. Después leyeron varios manifiestos -contra la guerra y sobre el Prestige, entre otros-, corearon eslóganes contra la guerra y abandonaron la sala.

Alberto Fernández les escuchó impertérrito, con una sonrisa desencajada, y cuando se marcharon continuó su conferencia. Entonces, una veintena de jóvenes entraron en la sala y ocuparon los asientos. En un improvisado sondeo hecho por este periódico a una quincena de ellos, sólo uno dijo ser estudiante de la UPF. El resto se presentó como simpatizantes de Nuevas Generaciones, las juventudes del PP.

Por su parte, el PP de Badalona denunció ayer que en la sede del partido se reciben amenazas de muerte, informa Joaquima Utrera. Xavier Garcia Albiol, concejal en esta localidad, hizo entrega a los Mossos d'Esquadra de la grabación. "Nunca como ahora había tenido la percepción del rechazo en la calle como desde que ha estallado la guerra contra Irak", afirmó ayer, antes de lamentar la crispación de los últimos días.

El mensaje, según Garcia Albiol, decía: "Vamos a por vosotros, os vamos a matar de la misma manera que matáis a la gente en Irak. Vais a volar". Los agentes detuvieron ayer mismo a Vicente Manuel S. V., de 67 años, como presunto autor de la llamada amenazadora.

Manifestación de estudiantes de ayer por la calle de Pelai de Barcelona tras dejar la plaza de la Universitat.TEJEDERAS

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