Análisis:Inversión | CONSULTORIO

Liderazgo estratégico

El alto grado de dinamismo y especialización del negocio bancario ha impulsado los procesos de planificación, con el fin de conseguir una adaptación al entorno, en una constante redefinición de estrategias y modos de organizarse. Sin embargo, en escenarios cambiantes, los sistemas de planificación que incorporan la gestión de los elementos cualitativos se revelan diferenciales frente a los basados en la información financiera. Por esta razón, se está imponiendo una forma de dirección estratégica basada en la gestión de los recursos y capacidades. Frente al enfoque tradicional, surge una orient...

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El alto grado de dinamismo y especialización del negocio bancario ha impulsado los procesos de planificación, con el fin de conseguir una adaptación al entorno, en una constante redefinición de estrategias y modos de organizarse. Sin embargo, en escenarios cambiantes, los sistemas de planificación que incorporan la gestión de los elementos cualitativos se revelan diferenciales frente a los basados en la información financiera. Por esta razón, se está imponiendo una forma de dirección estratégica basada en la gestión de los recursos y capacidades. Frente al enfoque tradicional, surge una orientación diferente que persigue modificar el escenario al que se enfrenta la entidad.

Puede parecer que dicha metodología tiene mayores posibilidades de éxito cuanto mayor es la posición de liderazgo. Sin embargo, no es la posición actual la que importa, sino la existencia de verdaderos recursos inimitables y la imposibilidad para los competidores de reproducirlos: lazos emocionales con los clientes, tecnología integrada en el negocio, motivación y compromiso de la plantilla. Así como la capacidad misma de estimar escenarios y diseñar la manera de doblegarlos; lo cual exige grandes dotes de visión, creatividad y liderazgo.

El sector bancario español comienza a hacer gala de la imaginación que merece un entorno tan complicado como el actual

Por el momento, no obstante, nuestra empresa bancaria se sitúa en una posición intermedia en la adopción de estas nuevas técnicas. El sector comienza a hacer gala de la imaginación que merece un entorno tan complicado como el actual. De la mano de la ruptura de la cadena de valor, surgen entidades especializadas en el diseño de productos, proveedores de aquellas otras cuyas fortalezas se encuentra en la capacidad de distribución o en la explotación y rentabilización del conocimiento inimitable de sus clientes. O de la innovación tecnológica, cooperación para incrementar la eficiencia de sus asociadas. Pero quizá una de las mayores novedades pueda ser la separación del servicio de gestión administrativa del puro, y más rentable, negocio financiero. Estas y otras dependerán de la visión y liderazgo de nuestras entidades.

Mariano de Quadros y Esteban Sánchez son de Analistas Financieros Internacionales.

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