Aceite verde para aliñar maquinas industriales

Verkol abastece el 35% del consumo español de este lubricante de fabricación artesanal

"Somos al tiempo alquimistas y cocineros que fabricamos sopas y purés para que miles de máquinas puedan efectuar su trabajo con perfecto rendimiento y respeto al medio ambiente", afirma Carlos Elósegui, cogerente de Verkol, empresa líder en España en fabricación de grasas lubricantes.

Asentada en Bera de Bidasoa desde 1972, Verkol Lubricantes tiene a sus espaldas 75 años de actividad y delegaciones en Madrid, Zumárraga y Bilbao. Con 5.500 toneladas de grasas lubricantes fabricadas en 2002, la firma se consolidó como primera productora del ramo, generando el 35% de la grasa que se consum...

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"Somos al tiempo alquimistas y cocineros que fabricamos sopas y purés para que miles de máquinas puedan efectuar su trabajo con perfecto rendimiento y respeto al medio ambiente", afirma Carlos Elósegui, cogerente de Verkol, empresa líder en España en fabricación de grasas lubricantes.

Asentada en Bera de Bidasoa desde 1972, Verkol Lubricantes tiene a sus espaldas 75 años de actividad y delegaciones en Madrid, Zumárraga y Bilbao. Con 5.500 toneladas de grasas lubricantes fabricadas en 2002, la firma se consolidó como primera productora del ramo, generando el 35% de la grasa que se consume en España, un producto que necesita toda máquina industrial que además de un lubricante que rebaje la fricción debe generar un efecto de sellado en sus componentes.

La compañía navarra produce 16.500 toneladas, factura 18,5 millones de euros y ocupa al 15% de su plantilla en tareas de I+D

Además de liderar el sector de grasas, que supone el 10% del mercado nacional de lubricación, Verkol abastece de lubricantes y productos especiales a los sectores agrícolas, de obra pública, alimentación, flotas de transporte y automoción e industria. Su producción global asciende a 16.500 toneladas, lo que traducido a euros significa una facturación de 18,5 millones, un 7% más que en 2001. La invasión de Irak, no obstante, obliga a sus gerentes, Carlos Elósegui y Gonzalo Moreno Ochoa de Zabalegui, a estar atentos a la evolución de la guerra. Verkol necesita, para elaborar sus productos, aceite de base que se obtiene por destilación del petróleo.

"La elaboración de las grasas es casi un proceso artístico", aseguran los gerentes, y de ello dan fe 300 fórmulas, la mayoría de creación propia. El 15% de sus 56 empleados trabaja en áreas de I+ D y control de calidad y normativa medioambiental de procesos de fabricación, regulado por las certificaciones ISO 14.000 y 9.000 y por un sistema de gestión medioambiental certificado por Lloyd's Register Quality Assurance.

El aceite de base es un destilado directo del petróleo. Mezclado con aditivos genera una amplia gama de aceites, mientras que en el caso de las grasas es necesario fabricar in situ un espesante, que normalmente es un jabón metálico. Para ello se aplica un proceso químico denominado saponificación que dota de una estructura espesante al aceite original.

Exportación

El diseño de los lubricantes aceitosos está en manos de los fabricantes de aditivos. En el mundo de la grasa, por el contrario, las empresas desarrollan su propia tecnología, composición de jabones y aditivos y crean productos para aplicaciones específicas mediante procesos de ensayo en laboratorio.

El 92% del mercado de Verkol es nacional, aunque exporta a países tan diversos como Irlanda, Portugal, Taiwán o Indonesia a través de los contactos generados a través de la página web que Verkol tiene abierta en Internet.

La preocupación ecológica de Verkol le ha llevado a comercializar lubricantes biodegradables destinados a máquinas que están en contacto directo con el medio ambiente (maquinaria agrícola o forestal) y sufren riesgo de vertido o trabajan con lubricación a pérdida total.

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