El sector pide la clasificación de los alojamientos de turismo rural por categorías

Los profesionales del turismo rural quieren una criba de calidad en el sector. Esta semana, de hecho, han pedido en un foro de debate organizado en Alpuente que la Administración valenciana cree un sistema de clasificación de los alojamientos rurales que les diferencie según el grado de calidad implantado. En la actualidad no hay ningún tipo de distinción entre alojamientos de forma que la elección es, en muchos casos, una lotería. Así, por ejemplo, "lo mismo se llama casa rural a una habitación alquilada" que a un establecimiento dedicado en exclusiva a esta actividad, según explicaban esta s...

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Los profesionales del turismo rural quieren una criba de calidad en el sector. Esta semana, de hecho, han pedido en un foro de debate organizado en Alpuente que la Administración valenciana cree un sistema de clasificación de los alojamientos rurales que les diferencie según el grado de calidad implantado. En la actualidad no hay ningún tipo de distinción entre alojamientos de forma que la elección es, en muchos casos, una lotería. Así, por ejemplo, "lo mismo se llama casa rural a una habitación alquilada" que a un establecimiento dedicado en exclusiva a esta actividad, según explicaban esta semana desde la Cámara de Comercio de Valencia. Muchos en las zonas de interior, además, se han acogido a los fondos europeos Leader Plus y Proder para turismo rural, aunque posiblemente abandonen esta actividad pasados el tiempo de actividad al que se condiciona esta ayuda. La Agencia Valenciana de Turismo se comprometió a estudiar con el sector esta petición. En la actualidad en la Comunidad Valenciana sólo hay una casa rural que tiene la distinción Q de calidad, que se entregan desde la federación nacional.

El turismo rural es un producto relativamente joven que arrancó como fórmula complementaria a la oferta de sol y playa y que de momento centra su demanda en fines de semana y vacaciones cortas, mayoritariamente. Y aunque aún tiene poco peso en el conjunto de la oferta turística valenciana, registra fuertes crecimientos en los últimos años. Un estudio de la Cámara de Comercio de Valencia, de hecho, indica que este sector tuvo una evolución "favorable" en 2002 frente "al estancamiento del turismo de sol y playa". Con todo, el grado de ocupación por plazas el año pasado, de un 15,3% según el informe cameral, fue uno de los más bajos a nivel autonómico.

Casi 500 casas rurales

El año pasado había en la Comunidad Valenciana 483 casas rurales (en 1999 había 170), la mitad de ellas ubicadas en Castellón, y 38 albergues (24 tres años antes), según datos de la Agencia Valenciana de Turismo. Más de 61.000 personas se alojaron en 2002 en alguna casa rural valenciana, un 8,8% más que un año antes y la mayor parte de los visitantes (96%) procedían de algún punto de España, principalmente de la propia Comunidad Valenciana.

Durante la reunión en Alpuente también se pidió a los ayuntamientos que pongan menos trabas administrativas para crear un negocio de turismo rural, que se modifique el decreto que regula el sector para que, por ejemplo, se pueda incrementar la capacidad de las casas rurales y solicitar al Ministerio de Economía que habilite un Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) específico para esta actividad turística, entre otros.

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