La plantilla de Puigneró quiere el embargo de sus activos por si quiebra
La plantilla de Puigneró empieza a temer que la empresa se vea abocada a un cierre definitivo, en el actual contexto de guerra, con las ventas y la producción por debajo de las previsiones y con la presión que se deriva de la exigencia de Bruselas de que las administraciones fuercen la ejecución de las deudas pendientes de la empresa, que superan los 104 millones de euros.
Los empleados, que no han cobrado el sueldo desde diciembre pasado ni tampoco las compensaciones por la inflación de los últimos dos años, quieren el embargo preventivo de la maquinaria y las instalaciones de Puigneró...
La plantilla de Puigneró empieza a temer que la empresa se vea abocada a un cierre definitivo, en el actual contexto de guerra, con las ventas y la producción por debajo de las previsiones y con la presión que se deriva de la exigencia de Bruselas de que las administraciones fuercen la ejecución de las deudas pendientes de la empresa, que superan los 104 millones de euros.
Los empleados, que no han cobrado el sueldo desde diciembre pasado ni tampoco las compensaciones por la inflación de los últimos dos años, quieren el embargo preventivo de la maquinaria y las instalaciones de Puigneró, que todavía se encuentra en suspensión de pagos y que sólo cuenta ya con la planta de Sant Bartomeu del Grau, tras la reestructuración puesta en marcha bajo la batuta de Pere Puntí, para contar con una indemnización "digna" en caso de quiebra, según han explicado fuentes de los sindicatos CC OO y UGT.
Con el embargo preventivo, los trabajadores pretenden convertirse en acreedores de Puigneró y tener la posibilidad de disponer de los activos de la empresa si el cierre se acaba produciendo. El embargo que se prevé afectaría a los activos de la planta de Sant Bartomeu y también a los de la fábrica de Prats de Lluçanès, que fue cerrada hace poco. Los sindicatos tienen previsto celebrar una asamblea la próxima semana para votar que se pida el embargo preventivo.