Todos los grupos del Parlamento, salvo el PP, paran 15 minutos

El inicio de la guerra contra Irak condicionó ayer la jornada parlamentaria: una de las tres comisiones previstas fue suspendida, las otras dos pararon 20 minutos; todos los grupos, menos el PP, condenaron en un escrito el ataque de EE UU y Reino Unido y la participación española; y se generó una concentración espontánea de diputados y trabajadores a las puertas de la Cámara.

Los parlamentarios que acudieron a la reunión de la Junta de Portavoces, convocada con anterioridad, aprobaron a toda velocidad el orden del día del próximo pleno para abordar el conflicto bélico. Uno a uno, los po...

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El inicio de la guerra contra Irak condicionó ayer la jornada parlamentaria: una de las tres comisiones previstas fue suspendida, las otras dos pararon 20 minutos; todos los grupos, menos el PP, condenaron en un escrito el ataque de EE UU y Reino Unido y la participación española; y se generó una concentración espontánea de diputados y trabajadores a las puertas de la Cámara.

Los parlamentarios que acudieron a la reunión de la Junta de Portavoces, convocada con anterioridad, aprobaron a toda velocidad el orden del día del próximo pleno para abordar el conflicto bélico. Uno a uno, los portavoces -con la salvedad del representante popular, Antonio Sanz- expresaron su oposición a una guerra "injusta" fuera de la legalidad internacional y que constituye una "gravísima violación" de la Carta de Naciones Unidas, al tiempo que mostraron su preocupación por el uso de las bases de Rota y Morón.

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Ante la falta de la unanimidad necesaria para aprobar una declaración institucional de repulsa al uso de la fuerza en Irak (el PP se negó a dar su consentimiento), el resto de los grupos convocó para hoy una reunión extraordinaria de la Junta de Portavoces que, su vez, ordenará un pleno de la Cámara. En este órgano, que presumiblemente se celebrará la semana próxima también con carácter extraordinario, los diputados podrán fijar una posición institucional por mayoría.

Sanz y el portavoz socialista, José Caballos, tuvieron un duro intercambio de palabras. El primero acusó al PSOE de "electoralista, irresponsable, oportunista y frívolo". El segundo dijo que José María Aznar ha metido a España en una guerra sin el acuerdo del Congreso, lo que está fuera de la Constitución. "Le rogaría que explicara estos argumentos a sus votantes, a ver si los convence", espetó.

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