Cartas al director

Clonado por Tráfico

Creo que me han clonado. Y no sabe usted lo desagradable que es el constatarlo. Y no sólo me han clonado a mí, también mi coche, ese espacio entrañable con ruedas que me facilita el trabajo de cada día. ¿El artífice de la clonación? No sé si decirle simplemente Tráfico, o concretarlo a las Jefaturas Provinciales de A Coruña y Pontevedra, abstrusos laboratorios de la misma.

Un radar al acecho, como es su costumbre, me sorprende y los agentes me sancionan un día preciso de 2002 a una hora precisa en un punto kilométrico preciso por una infracción precisa y además prevista en el Reglamento...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Creo que me han clonado. Y no sabe usted lo desagradable que es el constatarlo. Y no sólo me han clonado a mí, también mi coche, ese espacio entrañable con ruedas que me facilita el trabajo de cada día. ¿El artífice de la clonación? No sé si decirle simplemente Tráfico, o concretarlo a las Jefaturas Provinciales de A Coruña y Pontevedra, abstrusos laboratorios de la misma.

Un radar al acecho, como es su costumbre, me sorprende y los agentes me sancionan un día preciso de 2002 a una hora precisa en un punto kilométrico preciso por una infracción precisa y además prevista en el Reglamento General de Circulación.

Abonada la multa en plazo preciso y previsto (por lo del descuentillo del 30%), me quedé muy tranquilo, porque en el boletín sancionador se leía en nuestra cantarina fala galega: "O pagamento da sanción pon fin ó procedemento".

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Ah, pero no. A los quince días recibo una nueva notificación de sanción con estos datos: que justamente aquel preciso día de mayo, a la misma precisa hora, en el mismo preciso punto kilométrico, con el mismo entrañable coche, alguien (se supone que yo) circulaba, pero a superior velocidad, lo que supone no una multa clónica, que uno hasta pudiera disculpar como error involuntario, sino por una cuantía también superior y acompañada de la retirada del permiso de conducir por un mes.

Pienso que me han clonado con coche y todo, porque mis alegaciones para aclarar las cosas no han servido de nada. En las resoluciones (ya no entiendo por qué se llaman así) me dan respuestas a preguntas que no hago y no me responden al asunto que pretendo aclarar. Ni siquiera me han permitido pagar la diferencia de sanción, porque la cantidad que figura en el ordenador es para el funcionario de turno una cifra tabú, intocable.

Me resulta difícil asumir que esto me esté ocurriendo a mí. ¿Me habrán clonado?

Lo peor de este enojoso lío es que mi yo principal, que presumía de ciudadano libre, se siente acosado, indefenso e impotente ante tan torpe obstinación burocrática. Pero me defenderé.

Archivado En