Mendiluce pide más control en la carga y descarga en Lavapiés

José María Mendiluce, candidato de Los Verdes de Madrid a la alcaldía, cree que la falta de dotaciones sociales en Lavapiés hace recaer sobre las personas más pobres el impacto de la afluencia de emigrantes, con los cuales han de compartir tal precariedad. A juicio del candidato ecologista, "este hecho sienta las bases para la extensión de brotes de xenofobia". Mendiluce considera muy grave la falta de policía de proximidad en este distrito, donde la percepción de inseguridad por gran parte del vecindario "es evidente", como confiesa el vecino Isidro Feros.

Estas reflexiones las hizo ay...

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José María Mendiluce, candidato de Los Verdes de Madrid a la alcaldía, cree que la falta de dotaciones sociales en Lavapiés hace recaer sobre las personas más pobres el impacto de la afluencia de emigrantes, con los cuales han de compartir tal precariedad. A juicio del candidato ecologista, "este hecho sienta las bases para la extensión de brotes de xenofobia". Mendiluce considera muy grave la falta de policía de proximidad en este distrito, donde la percepción de inseguridad por gran parte del vecindario "es evidente", como confiesa el vecino Isidro Feros.

Estas reflexiones las hizo ayer el eurodiputado Mendiluce durante una visita con fines electorales al barrio iniciada en un centro de mayores de la calle de Embajadores, 32. "Un problema terrible para los ancianos aquí es la desaparición del pequeño comercio minorista", explica, "pues la gente de edad ha de recorrer grandes distancias para adquirir artículos de primera necesidad". En su visita al Mercado de Abastos, con 72 puestos, escuchó quejas de los comerciantes: "No podemos competir con las grandes superficies si no recibimos ayudas". "¿Qué tipo de ayudas?", les preguntó. "Rampas para que la gente mayor acuda a comprar y los jóvenes comerciantes se animen a quedarse aquí". Y destaca otro problema: "La desmesura del comercio mayorista exige una logística brutal que, ante la falta de observancia de la carga y descarga en las calles, impide el paso de los viandantes, bloquea el tráfico y crispa la vida de este barrio donde, pese a todo, aún pervive un tipo de relaciones humanas entrañables", destaca.

Frente a Sabina

El candidato (Madrid, 1951) dice haber vivido varios meses en Lavapiés, siendo veinteañero, "frente a un piso que frecuentaba Joaquín Sabina". Y evoca a una amiga con la que convivió aquí y viajó a Marraquech: "Se llamaba Mary Cruz y tocaba el acordeón en el metro", dice con nostalgia.

En el mercado recién visitado le han ofrecido un tubérculo de yuca, que mastica con fruición. "Es exquisito", señala. "Lo tomaba mucho en África, donde las mujeres lo machacan para extraer una harina espolvoreada que se ingiere y sirve para combatir las úlceras", recuerda Mendiluce, que pasó varios años en programas como cooperante en África y América Central.

En el colegio público Santa María, con 260 alumnos, 80 de ellos inmigrantes, se indigna al ser informado de que quieren trasladarlo a otro lugar para edificar una fuente. Muy cerca, José Luis Arellano, un entusiasta trabajador social de 42 años, detalla ante el candidato las tareas del Centro Comunitario Municipal, pionero en Madrid, que él dirige, y desde donde estimula el asociacionismo vecinal y programas de integración para inmigrantes. No muy lejos de allí, los laboriosos okupas del Laboratorio parecen haber conseguido "incitar al municipio a despabilarse en Lavapiés", subraya Mendiluce.

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