La Pasarela del Carmen plantea el nexo entre arte y moda

Se imponen los tejidos de punto de base tecnológica

La sexta edición de la Pasarela del Carmen comenzó ayer en el restaurado Palacio de la Exposición poniendo un acento en la presencia de la moda masculina y con capacidad de riesgo por parte de los modistas debutantes. El nuevo emplazamiento en el recién restaurado Palacio de la Exposición necesitará de ajustes técnicos pero es sin duda un marco monumental adecuado. La moda valenciana se apunta al dominio del negro pero no elude su compromiso con el color.

Las tendencias actuales marcan pautas precisas pero de amplio espectro. El mejor ejemplo de ello es el imperativo y hasta petulante d...

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La sexta edición de la Pasarela del Carmen comenzó ayer en el restaurado Palacio de la Exposición poniendo un acento en la presencia de la moda masculina y con capacidad de riesgo por parte de los modistas debutantes. El nuevo emplazamiento en el recién restaurado Palacio de la Exposición necesitará de ajustes técnicos pero es sin duda un marco monumental adecuado. La moda valenciana se apunta al dominio del negro pero no elude su compromiso con el color.

Las tendencias actuales marcan pautas precisas pero de amplio espectro. El mejor ejemplo de ello es el imperativo y hasta petulante dominio del negro que a la vez permite una amplia convivencia de colores en diversas paletas, de una parte los tonos pasteles y de otra la gama más caliente.

Carola Falgás abrió con una propuesta de carácter cercano a la perfomance donde abundó el terreno ecléctico a base de la tela de camuflaje y la omnipresencia del color rosado ya fuera en raso muaré o en lanas, con un detalle arcaizante: pequeñas esclavinas. Después Ana María presentó una colección basada en el denim y en el negro con aplicaciones de motivos florales y sin sobresaltos.

Le siguió Martín Pérez Ripoll con una primera serie en rayas y vaqueros masculinos que a pesar de ser vacilante recordaba vivamente al sello Por Fin!, para mejorar después ganando en riesgo e imaginación en el uso de transparencias para el hombre.

Sin duda alguna la firma Matilda dio el toque de riqueza al mostrar una colección de punto muy elaborada y en tonos calientes, destacando prendas como el poncho y las lanas prensadas de apariencia y textura muy fuertes.

Siglo Cero pudo estar mucho mejor y se vio dañado por un estilismo desastroso que restó importancia a las prendas en las que destacaba la inspiración pictórica de Salvador Dalí y Joan Miró. Sobre una base de negro y marfil sus hechuras fueron delicadas, con humor y singularidad y con un notable trabajo en las aplicaciones recortadas en lanas. Cerró esta primera jornada Carlos Haro.

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