La ampliación del campus abre la mayor disputa urbanística

La ampliación inmediata del campus de la Universidad de Alicante y la futura planificación de un parque científico ha desatado la mayor pugna urbanística que se recuerda en la ciudad. Las dos empresas constructoras más potentes en estos momentos, Enrique Ortiz y Lubasa pugan para urbanizar esta zona de cuatro millones de metros cuadrados, una actuación que permite la expansión de Alicante hacia el oeste y al mismo tiempo garantiza la imbricación del campus universitario con el entramado urbano. A estas dos ofertas hay que añadir la primera que se presentó por parte de Espai Verd.

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La ampliación inmediata del campus de la Universidad de Alicante y la futura planificación de un parque científico ha desatado la mayor pugna urbanística que se recuerda en la ciudad. Las dos empresas constructoras más potentes en estos momentos, Enrique Ortiz y Lubasa pugan para urbanizar esta zona de cuatro millones de metros cuadrados, una actuación que permite la expansión de Alicante hacia el oeste y al mismo tiempo garantiza la imbricación del campus universitario con el entramado urbano. A estas dos ofertas hay que añadir la primera que se presentó por parte de Espai Verd.

La propuesta que presenta Enrique Ortiz al Ayuntamiento plantea destinar 7.700 casas a viviendas de protección oficial, un 60% del total de viviendas previstas, y que presentan un plazo de ejecución de ocho años. Lubasa ofrece 5.000 viviendas de protección oficial, lo que representa el 50% de las 10.000 previstas.

El presupuesto que baraja Enrique Ortiz para urbanizar esta zona de cuatro millones de metros cuadrados del plan parcial de Rabasa es de 149 millones de euros, y ofrece un plazo de ejecución de tres años. En su oferta destaca por un lado la creación de un gran parque central, que respetaría las lagunas de Rabasa y dotaría a la zona de amplias zonas verdes, y se compromete en cuanto a la construcción de las viviendas sociales a que participen otras pequeñas empresas mediante concurso público.

Lubasa divide el plan parcial en tres fases o unidades de actuación, se marca un plazo de cinco años para urbanizar y contempla un presupuesto de 126 millones de euros. Esta propuesta incide en ofrecer un mayor número de viviendas sociales y destaca, además de por sus zonas verdes, por su escasa densidad de viviendas, que se sitúa en 23 casas por cada 10.000 metros cuadrados, cuando en los Paus ejecutados en la Playa de San Juan o San Blas la media se ha situado entre 30 y 35 viviendas. Estas ofertas para urbanizar este plan parcial que se extiende desde la Universidad al cementario serán examiadas por los técnicos municipales, y luego el Ayuntamiento adjudicará la oferta que estime más apropiada.

La propuesta de Enrique Ortiz se ha presentado bajo el epígrafe Viviendas sociales del Mediterráneo, de la que también forman parte las mercantiles Hormigones Martínez, Espacio-filial inmobiliaria de la CAM. TEIP y Vallehermoso. Lubasa, por su lado, ha creado el consorcio de empresas Gestión de ambientes residenciales, donde también participan Ballester, Edival y Santa Ana.

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