Renfe reconoce que no reforzó el servicio de cercanías pese a la marcha contra la guerra

Metro duplicó en algunas líneas el número de convoyes para atender la demanda

Renfe reconoció ayer, tres días después de la masiva manifestación de Madrid contra la guerra en Irak, que no reforzó en ningún momento los servicios de cercanías para facilitar que los ciudadanos pudieran acudir a la marcha. Una portavoz de la compañía ferroviaria mantuvo que tan sólo se doblaron las composiciones de algunos trenes (pasaron de uno a dos vagones) al ver el masivo incremento de la demanda de viajeros. La empresa justificó ayer esta decisión en que "no se esperaba tanta afluencia de personas" ni siquiera por parte de los organizadores.

La manifestación, que congregó a un ...

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Renfe reconoció ayer, tres días después de la masiva manifestación de Madrid contra la guerra en Irak, que no reforzó en ningún momento los servicios de cercanías para facilitar que los ciudadanos pudieran acudir a la marcha. Una portavoz de la compañía ferroviaria mantuvo que tan sólo se doblaron las composiciones de algunos trenes (pasaron de uno a dos vagones) al ver el masivo incremento de la demanda de viajeros. La empresa justificó ayer esta decisión en que "no se esperaba tanta afluencia de personas" ni siquiera por parte de los organizadores.

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La manifestación, que congregó a un millón de personas la tarde del sábado y que se celebró entre Atocha y Sol, tuvo su gran polémica al día siguiente, cuando miles de personas protestaron por la falta de transporte público para acudir a la protesta. Los partidos de la oposición y los sindicatos criticaron el domingo y ayer mismo que Renfe y Metro no pusieran los medios suficientes para que los ciudadanos pudieran asistir. Todos hablaron de "claro boicot" por parte del PP para impedir el éxito de la convocatoria. "El delegado del Gobierno en Madrid [Francisco Javier Ansuátegui] puso en riesgo la seguridad de miles de personas que se amontonaban en las estaciones intentando coger un tren, al dar órdenes directas a los servicios regionales de Renfe para que la compañía no reforzara sus servicios", señaló el candidato del PSOE al Gobierno regional, Rafael Simancas, que solicitó su dimisión de Ansuátegui.

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que su partido pedirá explicaciones a los dirigentes del PP en la Comunidad de Madrid por "las trabas" que pusieron en el transporte público para "impedir" que muchos madrileños pudieran ejercer el sábado su derecho a manifestarse. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, contestó a Rodríguez Zapatero y le exigió que aporte pruebas para demostrar sus acusaciones sobre la falta de transporte público.

Sin competencias

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, reiteró ayer a través de su jefe de prensa que él "en ningún momento" se puso en contacto los días anteriores a la manifestación con los responsables de los transportes para que redujeran o aumentaran los servicios. "El delegado no tiene ni competencias ni es quién para dar órdenes a Renfe o a otros transportes. Es absolutamente falso que se haya dirigido a la compañía ferroviaria", aseguró este portavoz. "Ansuátegui no entiende qué interés o qué montaje hay detrás de todo esto para decir esta mentira", concluyó.

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La postura de Renfe contrasta con el refuerzo del servicio puesto en marcha por Metro de Madrid dos horas antes del inicio de la manifestación. Según explicó el director de operaciones de la compañía, Aurelio Rojo, el aumento de las frecuencias de paso comenzó a las 16.30 (una hora y media antes del inicio de la marcha) en la línea 2 (Ventas-Cuatro Caminos), que es la que tenía mayor número de paradas (Banco de España, Sevilla y Sol) coincidentes con el recorrido de la manifestación. En este caso se duplicó el número de trenes, lo que correspondía a un día laboral en hora punta. En otras cuatro líneas (1, 3, 4 y 5) también se aumentaron los convoyes hasta un 60%. "Se aumentaron también las líneas colaterales, como la 4 y la 5, ya que, aunque no iban directamente al recorrido, se vio que eran utilizadas por muchas personas, ya que se bajaban en zonas aledañas como Colón o Gran Vía", señaló Rojo.

Un aumento similar al del sábado se efectuó, según este responsable de Metro, con la visita del Papa a Madrid (2 de noviembre de 1982), el entierro del alcalde Enrique Tierno Galván (31 de enero de 1986) o la manifestación por el asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco (14 de julio de 1997). Según Metro, entre las 16.00 y las 23.00 del pasado sábado utilizaron el metro 660.000 viajeros, frente a los 430.000 del sábado anterior en el mismo periodo de tiempo. Esto supone un 50% de aumento.

"Tuvimos muchos problemas en las salidas de Sol y de Cibeles, porque había tanta gente en la calle que no podían evacuar los túneles. Por ello, les indicamos a los viajeros que se marcharan, por ejemplo, por la salida de Mayor, en lugar de las de las calles de Carretas y Montera", indicó el director de operaciones.

Fuentes del Ayuntamiento de Madrid confirmaron que la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que gestiona los autobuses de la capital, no incrementó la frecuencia de paso en las líneas que transcurrían cerca del recorrido de la marcha. "Pensamos que el servicio podría funcionar hasta las cinco de la tarde, pero hubo tanta afluencia de personas desde primera hora que hubo que cortar el servicio media hora antes de lo previsto en la plaza de Cibeles o en la Puerta del Sol", explicaron estas fuentes. La marcha -que discurrió desde el Jardín Botánico y la Puerta del Sol- obligó a desviar el trayecto de 34 líneas.

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