Deliciosa Europa

Agobiado en la Liga por una clasificación que le convierte en un hazmerreír, el Barcelona corre dichoso al abrazo de la Liga de Campeones, una competición a la que se encomiendan el entrenador, los jugadores y la directiva, hasta el punto de que el calendario electoral a la presidencia del club depende de la suerte europea del equipo. El reencuentro con la Champions permite al Barça recuperar su grandeza y a Radomir Antic le concede una revancha alentada en sus años de descanso, puesto que todavía hoy recuerda la eliminación que en marzo de 1997 sufrió con su Atlético ante al Aja...

Agobiado en la Liga por una clasificación que le convierte en un hazmerreír, el Barcelona corre dichoso al abrazo de la Liga de Campeones, una competición a la que se encomiendan el entrenador, los jugadores y la directiva, hasta el punto de que el calendario electoral a la presidencia del club depende de la suerte europea del equipo. El reencuentro con la Champions permite al Barça recuperar su grandeza y a Radomir Antic le concede una revancha alentada en sus años de descanso, puesto que todavía hoy recuerda la eliminación que en marzo de 1997 sufrió con su Atlético ante al Ajax de Louis van Gaal.

"Yo soy optimista por naturaleza", respondió ayer Antic cuando se le preguntó por la excitación que le causa el torneo europeo y sus aspiraciones de ganarlo. "Si uno no se la cree, nunca consigue una cosa", prosiguió; "si cada futbolista se acuesta con la idea de ganar la Champions, puede ayudar a ganarla. Tener ideales superiores es la manera de llegar a lograrlos".

El ténico serbio es consciente de que si tiene una posibilidad de renovar un contrato que acaba en junio próximo es ganando la final del 28 de mayo en Old Trafford: "Estamos esperanzados y nos anima un récord de victorias que no conviene minimizar aludiendo a los rivales". Lleva el Barça diez consecutivas, tantas como el Milan en el curso 1992-1993. Si hoy gana se convertirá en el único equipo europeo en sumar once.

"Enfrente tenemos al Inter, uno de los conjuntos más difíciles de batir, y a [Héctor] Cúper, que conoce mucho, el fútbol español", corroboró Mendieta, que podría ser sustituido por Motta, un zurdo; "pero el partido nos llega en el mejor momento, después de batir al Espanyol tras cinco encuentros sin ganar".

Gabri por Sorín

El equipo ha mejorado en posicionamiento, dinamismo, agresividad, confianza y atrevimiento, condiciones necesarias para optar a una victoria que le permitiría prácticamente asegurarse la clasificación para los cuartos de final -el Barça y el Inter han ganado los dos partidos jugados hasta el momento- y centrarse en remontar posiciones en la Liga.

Los problemas son que Antic deberá retocar la alineación por la ausencia de Sorin, que ya disputó la competición europea con el Lazio, y que el Inter difícilmente hará las concesiones que hizo el Espa-nyol el pasado sábado. Al Barça le faltan defensas -Gabri deberá jugar de lateral derecho mientras Reiziger pasará a la izquierda porque Andersson y Christanval siguen renqueantes- y no tiene mayor centrocampista de contención que Cocu, convertido tanto en escudo como en extensión del entrenador.

"Habrá que tener especial cuidado con no cometer faltas frontales cerca del área, evitar las llegadas de la segunda línea y, sobre todo, tener mucha paciencia", sintetizó Antic al ser preguntado por el manual de instrucciones para el encuentro. Marcar a Vieri y Recoba se presenta tan complicado como batir a Toldo, aunque Kluivert -o al menos así lo anunció- le ha prometido un gol al técnico. Para un caso de urgencia, ha convocado a Iniesta y Luis Enrique, cada vez más integrado en el equipo y mejor físicamente.

Líder de la Liga italiana, pese a caer el sábado en Verona ante el Chievo por culpa de dos goles de penalti, el Inter se presenta en el Camp Nou como un rival "trabajado y compensado", duro de pelar, por lo que se necesitará "el apoyo de la hinchada" para tumbarle, insistió Antic; "la simbiosis entre la afición y el equipo sería la mejor garantía para afrontrar el encuentro con una mentalidad positiva".

El Inter y Cúper son conscientes del respeto que despiertan. Pese a las bajas de Hernán Crespo y Batistuta en el ataque, del central Materazzi en la defensa y de los centrocampistas Emre y Almeyda, el equipo italiano intimida por su competitividad y equilibrio. "No le tenemos ningún miedo a un partido que se las trae", anunció Cúper; "respetamos al Barça, un equipo que mejora, al tiempo que confiamos en nosotros". El argentino fue siempre un pájaro de mal agüero en el Camp Nou durante la estancia de Van Gaal, de la misma manera que acostumbraba a salir ganador de sus duelos con Antic.

La imagen de Cúper resulta más fresca para la hinchada azulgrana que la del propio Inter, un clásico que, sin embargo, no visitaba el Camp Nou desde los años setenta y que ha saldado sus enfrentamientos con los azulgrana con una eliminatoria ganada y otra perdida. Por ser el punto de destino de Helenio Herrera y Luisito Súarez, el Inter siempre ha activado la nostalgia de la hinchada barcelonista, necesitada de un partido de los grandes para rearmarse moralmente en unos momentos delicados para la institución, tanto que Enric Reyna debutará hoy como presidente en el Camp Nou.

Reyna, al igual que Antic, se agarra a la Liga de Campeones para pedir un margen de confianza. A más partidos, mayor será su mandato, de la misma manera que una eliminación conllevaría la convocatoria de elecciones y un nuevo orden en el Barça. El Inter, por ahora, es un rival de entretiempo.

Barcelona: Bonano; Gabri, Puyol, De Boer, Reiziger; Overmars, Cocu, Xavi, Mendieta o Motta; Saviola y Kluivert.

Inter: Toldo; J. Zanetti, Cannavaro, Gamarra, Córdoba; C. Zanetti, Di Biaio, Okan, Morfeo o Dalmat; Recoba; y Vieri.