Zaplana pasea a Camps por Terra Mítica

"Los tres decimos lo mismo", afirmó ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, tras asistir a un peculiar consejo de administración de Terra Mítica. Efectivamente: el ministro Zaplana; el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, y el candidato del PP a la Presidencia del Consell, Francisco Camps, no se salieron del papel de santísima trinidad -tres personas en una- que en esta campaña electoral van a escenificar por todo el territorio valenciano. Y también hicieron lo mismo: envolver en un halo de gloria una empresa con resultados ruinosos y amoratada de tanta inye...

"Los tres decimos lo mismo", afirmó ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, tras asistir a un peculiar consejo de administración de Terra Mítica. Efectivamente: el ministro Zaplana; el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, y el candidato del PP a la Presidencia del Consell, Francisco Camps, no se salieron del papel de santísima trinidad -tres personas en una- que en esta campaña electoral van a escenificar por todo el territorio valenciano. Y también hicieron lo mismo: envolver en un halo de gloria una empresa con resultados ruinosos y amoratada de tanta inyección de fondos públicos . Todo en Terra Mítica es "tremendamente positivo" para Zaplana; los empresarios que arriesgan su dinero "están encantados" y los presidentes de las entidades de ahorro Bancaixa y CAM, principales capitalistas del parque, con un 30% de las acciones, "se han felicitado" por lo bien que van las cosas. "Están encantadas [las cajas], y si están encantadas es porque encuentran una buena fuente de negocio, al margen de que apoyaron este proyecto desde un principio por su viabilidad y utilidad social", comentó.

El PSPV reprocha a Camps que "tenga la desfachatez" de ir al consejo del parque

Zaplana dice ahora que la Generalitat mantendrá sus acciones en la empresa

Tan bien van las cosas, insistió el ministro, que "la dirección de la empresa ha previsto obtener beneficios en 2005", dos años antes de lo que se esperaba por parte de la empresa. Pero al ministro debió fallarle la memoria o su servicio de documentación porque el ex director general del parque, Miguel Navarro, en declaraciones a la agencia Efe el 17 de julio de 2000, cuando Terra Mítica abrió sus puertas, adelantó que la empresa daría beneficios en 2005. Ésos eran los planes de la empresa. Antes y, al parecer, ahora.

Se desdijo Zaplana, y por tanto también Olivas y Camps, sobre la participación pública en Terra Mítica. Ahora la Generalitat ya no se desprende del 14,86% de las acciones del parque. "Los empresarios nos han dicho que se sienten más respaldados con una presencia pública en la empresa", argumentó Zaplana. En al menos una docena de comparecencias el ex presidente del Consell ha mantenido que la Generalitat se despojaría de su participación. Primero cuando se abriera el complejo y luego cuando éste alcanzara su velocidad de crucero. Más tarde dijo que reduciría progresivamente las acciones hasta dejarlas entre un 4 y un 7%. Ahora se quedan como están.

Bajo esa aureola de gloria y sin que nadie le preguntara, Zaplana habló de que el parque ha pasado "dificultades artificiales". Sin citar la maltrecha cuenta de resultados -pérdidas de 40 millones de euros en el último ejercicio-, ni mencionar la intervención de ingeniería financiera -operación acordeón- para salvar las cuentas de la mercantil, y sin tener en cuenta que al parque han ido menos visitantes de los que se esperaban. El ministro explicó esos artificios que según él han intentado arruinar su proyecto emblemático: [el parque] "ha sido bombardeado" por la oposición, con denuncias al Tribunal Superior de Justicia y a las autoridades europeas. Pero ahora, agregó, todo está archivado. Y "ya se han despejado los nubarrones", proclamó.

Tras la reunión del consejo al ministro se le preguntó en calidad de qué asistía a la misma, porque no es habitual que un ministro participe en consejos de empresas privadas. Zaplana contestó: "cada vez que me inviten, vendré".

Luego intervino Olivas y después lo hizo Camps. Dijeron lo mismo que Zaplana. Y por último habló Luis Esteban, el presidente de Terra Mítica, en una intervención calcada de las anteriores de la que sólo se deslizó, para irritación de su director general, Jonh Fitzgerald, una estimación: el parque prevé dos millones y medio de visitantes esta campaña, un millón más de los contabilizados en 2002.

[El portavoz del Comité Electoral del PSPV-PSOE en Alicante, Carlos González, consideró ayer que el candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat, Francisco Camps, es "tan responsable" como el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, del "fracaso que ha supuesto Terra Mítica en todos los aspectos". González sostuvo que "Camps debería sentirse profundamente avergonzado de haber formado parte del Gobierno que tomó la errónea decisión de impulsar la construcción del parque temático más ruinoso de Europa".

"En buena lógica, en su calidad de aspirante a la Generalitat, debería pedir disculpas a los ciudadanos, ya que el parque temático de Benidorm no ha cumplido las expectativas previstas por el Gobierno, pues, a estas alturas, ni el número de visitantes ni las cuentas están a la altura de lo esperado", dijo. "Sin embargo, en lugar de ello, el candidato del PP acude con la máxima desfachatez al consejo de Terra Mítica no sabiéndose muy bien ni a qué, ni en calidad de qué"].