Cosmocaixa propone un paseo emocional por los tesoros de la Antártida
Mítico, apasionante, misterioso... Éstos y muchos más adjetivos podrían aplicarse a la Antártida, un continente convertido en "laboratorio mundial", donde 4.000 investigadores intentan responder a enigmas científicos del pasado, del presente y del futuro. Por ello, los responsables del museo Cosmocaixa apelan a la curiosidad del público y proponen un viaje basado en emociones que se abre hoy y que a lo largo de dos años ofrecerá conferencias y actividades didácticas.
Un túnel blanco con aire frío recibe al visitante de la exposición. En una gran sala, una nube de krill cuelga del techo ...
Mítico, apasionante, misterioso... Éstos y muchos más adjetivos podrían aplicarse a la Antártida, un continente convertido en "laboratorio mundial", donde 4.000 investigadores intentan responder a enigmas científicos del pasado, del presente y del futuro. Por ello, los responsables del museo Cosmocaixa apelan a la curiosidad del público y proponen un viaje basado en emociones que se abre hoy y que a lo largo de dos años ofrecerá conferencias y actividades didácticas.
Un túnel blanco con aire frío recibe al visitante de la exposición. En una gran sala, una nube de krill cuelga del techo como alimenticio maná para criaturas marinas y sorpresa de criaturas terrestres. Una cúpula con forma de globo terráqueo atrapa más miradas, y, en una sala contigua, un televisivo informador explica el parte meteorológico de este continente helado con más de 14.000 kilómetros cuadrados (28 veces España).
Las realistas reproducciones de un tremendo elefante marino, una foca, un lobo marino y varios pingüinos ambientan aún más el recorrido, aderezado con el sonido del viento cortando el silencio, los graznidos de las aves o las palabras que registraron en sus diarios los exploradores de la Antártida.
Amundsen, Scott o Shakeltton cuentan sus temores e ilusiones.Desde unas viejas botas, un pasamontañas o un destrozado trineo de madera hasta una rápida y moderna moto de nieve. Desde una vieja cabaña hasta un laboratorio conectado por Internet a las bases antárticas. Bloques de hielo, meteoritos... El mundo contenido en esta especie de iglú expositor quiere invitar al viaje histórico y a la pasión por el conocimiento. El relato de las expediciones y de los estudios científicos actuales, con profusión de objetos y datos, son la herramienta que brinda este museo madrileño.
"Es un viaje con la mente que, a través de las emociones, estimula la curiosidad de los visitantes con objetos reales traídos de la Antártida, maquetas, mapas y paneles audiovisuales", explicó ayer Jorge Wagensberg, director de Museos de la Ciencia de La Caixa.
Esta tarde (a las 19.30, entrada libre) comienza el ciclo de conferencias que, con el título de La Antártida, la última frontera, contará hasta el mes de mayo con la presencia de destacados expertos en el continente antártico. Junto a los científicos españoles Jerónimo López, Leopoldo García Sancho y Miquel Canals, intervendrán el investigador alemán Wolf Arntz, el británico Robert Headland y los estadounidensese Ross Powell y Jerri Nielsen. Nielsen, médico de la base Amundsen-Scott, contará su propia experiencia de telemedicina en el Polo Sur cuando, en pleno invierno antártico, fue sometida en 1999 a la extirpación de un tumor en un pecho.
Como apuntó ayer el comisario de la exposición y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Jerónimo López, "la Antártida es un lugar extraordinario para predecir la adaptación de los seres vivos a ambientes extremos".
Antártida. Museo de la Ciencia Cosmocaixa. (Pintor Velázquez, s/n; Alcobendas). Teléfono 914 845 200. Horario: de martes a domingo, de 10.00 a 20.00; cerrado lunes no festivos. Más información en www.fundacio.lacaixa.es.