Regiones reconocidas
El Parlamento Europeo ha venido a reconocer la necesidad de abrir nuevos "métodos participativos" a las regiones y poderes locales en la toma de decisiones y la aplicación de legislaciones y políticas en la UE. Con 211 regiones, y 266 tras la próxima ampliación, el hecho regional no se puede ignorar. Y la propuesta del Parlamento Europeo, fruto de un amplio consenso, resulta razonable, especialmente para las regiones "con capacidad legislativa", al reconocerles competencia a la hora de trasponer las directivas comunitarias al derecho interno.
A la vez, el Parlamento Europeo abre ...
El Parlamento Europeo ha venido a reconocer la necesidad de abrir nuevos "métodos participativos" a las regiones y poderes locales en la toma de decisiones y la aplicación de legislaciones y políticas en la UE. Con 211 regiones, y 266 tras la próxima ampliación, el hecho regional no se puede ignorar. Y la propuesta del Parlamento Europeo, fruto de un amplio consenso, resulta razonable, especialmente para las regiones "con capacidad legislativa", al reconocerles competencia a la hora de trasponer las directivas comunitarias al derecho interno.
A la vez, el Parlamento Europeo abre una puerta de acceso de las regiones y entes locales al Tribunal de Justicia de la UE a través de los Estados a los que pertenecen. Se evita así el riesgo de trasladar al tribunal europeo los problemas internos de un país. Aunque abre otra vía, indirecta, al proponer que el Comité de las Regiones pueda acudir a esa corte para cuestiones que atañan a la subsidiariedad o para defender sus prerrogativas, la propuesta viene esencialmente a considerar que corresponde a cada Estado fijar sus propias reglas internas para la participación regional en la UE.
Es ésta una aportación importante a la Convención constitucional de la UE. La última palabra la tienen los gobiernos y los parlamentos que han de ratificarla, o los electores en casos de referendos. Pero el objetivo es un texto que sirva para las próximas décadas, y en este horizonte, las regiones pesarán más. De otro modo, en los países en que existen, como España, Alemania o el Reino Unido, entes regionales con más peso demográfico y económico que algunos Estados miembros -especialmente tras la próxima ampliación- podrían sentirse discriminados respecto a éstos.