El actor cubano Jorge Perugorría debuta como pintor
Una exposición inaugurada en La Habana reúne los cuadros realizados entre rodajes
El actor cubano Jorge Perugorría ha encontrado en la pintura la compañera perfecta del cine. Muestra de ello es la exposición personal que exhibe estos días en La Habana, fruto de dos años de trabajo entre rodajes, en la que juega con el símbolo del pez, recrea imágenes de deidades afrocubanas y rinde homenaje al pintor Wifredo Lam y al desaparecido cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea.
Son una treintena de óleos y carboncillos de carácter expresionista y trazos gruesos, ante los cuales el espectador se sorprende al comprobar que son más que un simple divertimiento. "La pintura me fasc...
El actor cubano Jorge Perugorría ha encontrado en la pintura la compañera perfecta del cine. Muestra de ello es la exposición personal que exhibe estos días en La Habana, fruto de dos años de trabajo entre rodajes, en la que juega con el símbolo del pez, recrea imágenes de deidades afrocubanas y rinde homenaje al pintor Wifredo Lam y al desaparecido cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea.
Son una treintena de óleos y carboncillos de carácter expresionista y trazos gruesos, ante los cuales el espectador se sorprende al comprobar que son más que un simple divertimiento. "La pintura me fascina, me gusta desde pequeño. Es algo que he recuperado en los últimos años y que me da más libertad que el cine. Es un trabajo íntimo que voy a continuar", afirma Jorge Perugorría. El actor, que este año estrenará dos películas, la cubana Roble de olor y la brasileña Gaiyin II, realizó su primera exposición en 2001, y a partir de entonces numerosos amigos le animaron a que siguiera pintando. "Entre los que más, Bigas Luna y Manuel Gutiérrez Aragón".
La exposición se titula Una pelea cubana contra los demonios, como una película de Tomás Gutiérrez Alea, a quien está dedicada la muestra. Alea fue el descubridor de Perugorría en la cinta Fresa y chocolate, estrenada en 1993. Desde entonces, el actor ha rodado más de treinta películas. "En mí, el cine siempre va a estar vinculado a la pintura; es la profesión que me lleva de un lado a otro y que me permite conocer y ver, y eso se refleja luego en los cuadros".
La exposición comienza con un gran Babalu Aye (que se sincretiza con san Lázaro en la religión católica ), y cuenta con representaciones de Orula, Sikan y otras deidades afrocubanas.Las obras están divididas temporalmente en dos etapas; las primeras, firmadas con su apodo Pichi, y las más recientes, rubricadas como Gorría (parte de su apellido vasco, que significa rojo). Todas ellas han nacido entre rodajes, comenta el actor, que este año tiene varios proyectos cinematográficos. En España hará Tánger, basada en el libro de Juan Madrid, que será dirigida por el propio escritor, mientras que en Cuba protagonizará Habana oculta, del joven realizador Arturo Soto, y Candela, una comedia musical de Juan Carlos Cremata.