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Campeón herido

El Tau, vigente campeón de la Liga y la Copa, está a un paso de ver la fase final copera por la televisión, lo que, sin duda, puede convertirse en la gran noticia de esta primera vuelta de la Liga ACB, la que da permiso para presentarse en Valencia dentro de unas semanas. El equipo vitoriano perdió el sábado, ante Estudiantes, la dependencia de sí mismo y queda a expensas de una carambola ciertamente complicada. No es de extrañar, pues incluso un equipo como el Tau, que ha hecho de los cambios de jugadores y de las soluciones transitorias una forma de vida, tiene un límite. Obligados por las...

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El Tau, vigente campeón de la Liga y la Copa, está a un paso de ver la fase final copera por la televisión, lo que, sin duda, puede convertirse en la gran noticia de esta primera vuelta de la Liga ACB, la que da permiso para presentarse en Valencia dentro de unas semanas. El equipo vitoriano perdió el sábado, ante Estudiantes, la dependencia de sí mismo y queda a expensas de una carambola ciertamente complicada. No es de extrañar, pues incluso un equipo como el Tau, que ha hecho de los cambios de jugadores y de las soluciones transitorias una forma de vida, tiene un límite. Obligados por las lesiones y otras circunstancias habituales en el club de Querejeta, sigue siendo una plantilla en sempiterna formación, con los riesgos y la problemática que ello conlleva.

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Al final, con tanto cambio, su estructura se ha resquebrajado hasta el punto de que las soluciones transitorias, algunas no exentas de cierta épica, no les están valiendo. Emigrados Oberto y Tomasevic a tierras más cálidas, lesionados Bennett y Scola, hoy en día los de Ivanovic poco tienen que ver con aquel equipo rocoso que se llevó por delante el doblete la pasada temporada. Ni siquiera la elevación de Nocioni a la categoría de gran jugador ha sido suficiente, pues al argentino, que ya es capaz de desarrollar una actividad frenética en todos los aspectos, le falta algun peldaño para convertirse en un vértice sólido sobre el que hacer girar al equipo. Esta cualidad la tiene Bennett; también Scola, ambos en el dique seco, y la podría tener Griffith si fuese aprovechado todo lo que, en teoría, su talento permite. Pero el norteamericano sigue sin convertirse en el Griffith ideal, ese pívot dominador y expeditivo que vimos hace poco en el Kinder. No es de recibo que en una cita vital, ante el Estudiantes, se vaya a la ducha con cinco lanzamientos en 42 minutos y sin visitar la linea de tiros libres. Como ocurre en estos casos, delimitar las responsabilidades entre el propio jugador y sus compañeros es complicado, pero los datos indican que sea de quien sea la culpa, un jugadorazo como él tiene una influencia mínima en el juego.

Al final, entre unas cosas y otras, el Tau ha perdido el sitio, olvidando las certezas de antaño para dar paso a sus dudas actuales. Pero, incluso si al final no puede defender el título copero, sería peligroso enterrarle de antemano. Estamos hablando del club más inconformista y dinámico de la Liga. Además, llegarán la vuelta de Scola y Bennett y el Tau que veamos dentro de dos meses poco se parecerá al actual. El campeón está herido, pero de aquí a abril queda mucho tiempo. Sobre todo, para gente como Querejeta o Ivanovic.

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