Cartas al director

Por favor, ¡haced bien las cuentas!

Me encuentro en el triste colectivo de las, podríamos llamar, víctimas de las cuentas mal hechas. Soy ingeniero de Telecomunicación y prejubilado joven de una de las empresas tecnológicamente punteras del país (con tecnología americana) y suministradora, o ex suministradora, de equipos a las principales operadoras españolas, sobre todo a Telefónica.

Veo con sorpresa en EL PAÍS del pasado lunes 16 que el Gobierno da un ultimátum a las empresas de móviles para que desplieguen el sistema UMTS (tercera generación de móviles, que permite datos a alta velocidad), y veo con más sorpresa las in...

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Me encuentro en el triste colectivo de las, podríamos llamar, víctimas de las cuentas mal hechas. Soy ingeniero de Telecomunicación y prejubilado joven de una de las empresas tecnológicamente punteras del país (con tecnología americana) y suministradora, o ex suministradora, de equipos a las principales operadoras españolas, sobre todo a Telefónica.

Veo con sorpresa en EL PAÍS del pasado lunes 16 que el Gobierno da un ultimátum a las empresas de móviles para que desplieguen el sistema UMTS (tercera generación de móviles, que permite datos a alta velocidad), y veo con más sorpresa las inversiones previstas por los Amena, Vodafone, Telefónica Móviles y Xfera (creo que ya fallecida), que ascienden a 16.296 millones de euros (en pesetas, ni se sabe), y aún con más sorpresa el compromiso de creación de puestos de trabajo (36.350 puestos), así como las fechas previstas de despliegue (para el 2001, en ciudades con más de 250.000 habitantes).

Por favor, el que haga las cuentas, que las haga bien, que hay pardillos que van y se las creen, y lo que es más triste, que se dimensionan en función de ellas. Y después pasa lo que pasa, que las empresas suministradoras se dimensionan para lo que va a venir, que después no viene. Y no pasa nada. "Nos hemos (o se han) equivocado en las previsiones".

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Los nuevos contratados, a la calle. Y los antiguos, también. A prejubilarse, que hay exceso de plantilla y hay que abrir paso a la gente joven.

Da igual que antes te hayas dejado la piel echando arriba a tu compañía desde que empezó en España. Un ERE y resuelto.

Y yo soy de los afortunados que han encontrado trabajo después (menos mal que aún sirvo para algo), que entre mis compañeros en mi misma situación la mayoría se dedican a la bolsa y al banco (hacen la compra para casa y se sientan en la calle cuando se cansan de andar).

Por favor, el que tenga que hacer las cuentas, que las haga bien.

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