LA OFENSIVA TERRORISTA

Los dos etarras que querían atentar en Madrid se hacían pasar por electricistas

Una gran sorpresa. Ése es el sentimiento que se vivía ayer en el número 28 de la calle de Sierra del Valle, en el madrileño distrito de Puente de Vallecas. Allí, los dos etarras detenidos el pasado martes, Gotzon Aramburu y Jesús María Etxeberria, habían alquilado una habitación a un inmigrante colombiano. Según comentaron los vecinos de este inmueble, los terroristas se habían hecho pasar por electricistas para no levantar sospechas.

Los etarras que fueron detenidos el martes tras mantener un tiroteo con dos guardias civiles en el que murió el agente Antonio Molina, habían alquilado l...

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Una gran sorpresa. Ése es el sentimiento que se vivía ayer en el número 28 de la calle de Sierra del Valle, en el madrileño distrito de Puente de Vallecas. Allí, los dos etarras detenidos el pasado martes, Gotzon Aramburu y Jesús María Etxeberria, habían alquilado una habitación a un inmigrante colombiano. Según comentaron los vecinos de este inmueble, los terroristas se habían hecho pasar por electricistas para no levantar sospechas.

Los etarras que fueron detenidos el martes tras mantener un tiroteo con dos guardias civiles en el que murió el agente Antonio Molina, habían alquilado la habitación el pasado 4 de diciembre a Martín A. C. "La casa es muy pequeña. No tiene más de 50 metros cuadrados, que se reparten en dos habitaciones, salón, una cocina y un cuarto de baño", señaló una vecina de este inmueble construido hace 40 años. Está a 300 metros del estadio Teresa Rivero, del Rayo Vallecano, y a unos 500 de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Puente de Vallecas. Los alquileres en la zona rondan los 360 y 400 euros.

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"Se dejaban ver poco. De hecho, a la mayoría nos costó identificarlos cuando vimos sus fotografías en televisión. Eran educados y siempre te decían hola o adiós", añadió otra vecina, que se mostraba sorprendida por lo ocurrido. "Lo que más nos ha extrañado es que se hayan venido a un sitio tan alejado del centro de la capital. Se debieron enterar de que alquilaban la habitación por algún anuncio en el periódico, porque nadie de aquí se enteró del realquiler ni había carteles por el barrio", añadió otro vecino, ya retirado. "Solían subir con bolsas grandes", añadió otra mujer.

Los vecinos se sorprendieron al ver mucha policía, de uniforme y de paisano, la mañana del miércoles, cuando registraron la vivienda. "Sacaron muchas cajas", señaló un vecino.

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