Un viajero siembra el pánico en un avión al dejar una bolsa en su interior y salir corriendo

La Guardia Civil localizó al sospechoso a través de las cámaras de vigilancia del aeropuerto

Los pasajeros del vuelo de Air Europa a Las Palmas de las 11.40 de ayer no olvidarán el susto. Un viajero de origen magrebí, que se abrió paso a codazos y empujones entre los demás cuando éstos aguardaban para entrar en el avión, logró acceder a la aeronave y dejó en uno de los portaequipajes una bolsa de plástico con algo en su interior. A continuación salió corriendo. El pasaje se alarmó. El comandante ordenó el desalojo hasta que la Guardia Civil comprobara la bolsa. El viajero fue detenido hora y media después gracias a las videocámaras del aeropuerto. En la bolsa sólo había un Corán.
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Los pasajeros del vuelo de Air Europa a Las Palmas de las 11.40 de ayer no olvidarán el susto. Un viajero de origen magrebí, que se abrió paso a codazos y empujones entre los demás cuando éstos aguardaban para entrar en el avión, logró acceder a la aeronave y dejó en uno de los portaequipajes una bolsa de plástico con algo en su interior. A continuación salió corriendo. El pasaje se alarmó. El comandante ordenó el desalojo hasta que la Guardia Civil comprobara la bolsa. El viajero fue detenido hora y media después gracias a las videocámaras del aeropuerto. En la bolsa sólo había un Corán.

Los 175 pasajeros del vuelo UX 9612 tenían prevista la salida a las 11.40 de Barajas. A esa hora comenzó el embarque. Pero surgió un problema: un hombre de unos 25 años, de tez morena, pelo corto y 1,70 de estatura se saltó el control de entrada en el avión establecido por la compañía aérea, según relató ayer un testigo. Entre golpes y codazos accedió a la aeronave. Llevaba en la mano una bolsa, que metió a toda prisa en uno de los maleteros situados en el pasillo, junto a la puerta de emergencia. A continuación abandonó el avión corriendo.

"Empleó un inglés muy mal pronunciado para decir que se había olvidado a su hijo fuera y que se marchaba", explicó una portavoz de Air Europa. La compañía destacó que el pasajero había pasado con normalidad un primer control de tarjetas de embarque, donde se hallan los vigilantes privados de seguridad y la Guardia Civil, ya que contaba con billete para ese vuelo.

Los pasajeros que estaban junto al maletero llamaron asustados a las azafatas para avisarles de lo que había ocurrido. "Algunas personas se pusieron muy nerviosas. El pasajero que había huido tenía aspecto magrebí y pensaban que podía tratarse de un paquete bomba o algo por el estilo", señaló Manuel Ángel Sola, un viajero del vuelo.

Desalojo del avión

El comandante de la aeronave ordenó inmediatamente el desalojo de la aeronave para evitar cualquier riesgo. Los pasajeros salieron sin atropellos por las pasarelas hasta la terminal, donde esperaron a los agentes de la Guardia Civil de Barajas.

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A continuación, un técnico en desactivación de explosivos (Tedax) entró con un perro pastor alemán, que rastreó todo el interior del avión, en especial los maleteros. "Nos dijeron que teníamos que recoger nuestro equipaje de mano para saber cuál era la bolsa que había dejado este hombre. Al final, sólo quedó la bolsa sospechosa", indicó ayer otro testigo.

Un guardia civil especializado en explosivos, que no iba uniformado y que se había puesto guantes de látex, cogió la bolsa con sumo cuidado y la bajó sin moverla mucho hasta una zona de la pista bastante alejada del avión y de la zona de circulación de vehículos.

El guardia civil, al que se sumaron otros agentes, se retiró y ordenó de nuevo a su perro que olisqueara el bulto sospechoso. El can lo olió repetidamente, pero hizo caso omiso de la bolsa. "Si hubiera llevado un explosivo, el perro se habría quedado parado junto al paquete", explicó un portavoz del instituto armado.

Mientras, trabajadores de Barajas sacaron a la pista todas las maletas y bultos de los pasajeros. El comandante de la aeronave, máxima autoridad en ese momento, pidió a los guardias civiles que el perro olisqueara los equipajes en busca de algún artefacto. La Guardia Civil accedió a la petición, pero no se halló nada inquietante en las maletas.

Antes de que regresara el pasaje al avión, los guardias civiles registraron de nuevo la aeronave. Todos los pasajeros, menos uno, regresaron al interior sobre las 13.10. Unos 15 minutos más tarde, el Boeing 737 con matrícula GX-LAS comenzó a rodar hacia la pista de despegue. Unos minutos más tarde ya estaba en el aire, camino de Las Palmas.

La Guardia Civil mostró fotografías de posibles terroristas a los pasajeros, pero éstos no lograron identificar a nadie. Los agentes consiguieron sacar una copia en papel de una imagen captada por una cámara de videovigilancia del aeropuerto. Nada más ver un determinado rostro, los viajeros señalaron que se trataba del joven que irrumpió en el avión.

Los agentes del instituto armado peinaron entonces palmo a palmo la Terminal 2 de Barajas a través de las cámaras colocadas en el aeropuerto. Además, agentes de uniforme y de paisano vigilaron el recinto aeroportuario hasta que lograron identificar al joven viajero. Escoltado por cuatro guardias civiles de uniforme y otros cuatro de paisano, fue llevado hasta las dependencias del instituto armado. Allí se abrió la bolsa. Contenía ropa y un ejemplar del Corán, según informó la portavoz de Air Europa. "Iba muy tranquilo, como si nada fuera con él", señaló un testigo.

Algunos pasajeros identificaron al joven "sin ningún tipo de dudas". La Guardia Civil se negó a facilitar la identidad del detenido, si tenía antecedentes o si sufría algún trastorno mental.

Hoy está previsto que pase a disposición judicial. Algunos pasajeros se quejaron ayer de la falta de medidas de seguridad de Barajas. "¿Es lógico que una persona pueda entrar en un avión y dejar un paquete sin que nadie le detenga antes?", se preguntaba Miguel Ángel Sola.

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