La Compañía Nacional de Danza presenta cuatro piezas en Bilbao

El programa que ofrecerá en el Arriaga incluye dos coreografías de Nacho Duato

La Compañía Nacional de Danza (CND) ofrecerá esta semana en Bilbao un programa compuesto por cuatro coreografías incorporadas este año a su repertorio, entre ellas las piezas Sueños de éter y Castratti, creadas por su director artístico, Nacho Duato. Las obras No more play y Solo for two completarán el espectáculo de la CND, que se representará en el Teatro Arriaga entre mañana y el próximo domingo.

Las actuaciones de la compañía requerirán la participación de un reparto de 30 bailarines. El programa previsto para el Arriaga comenz...

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La Compañía Nacional de Danza (CND) ofrecerá esta semana en Bilbao un programa compuesto por cuatro coreografías incorporadas este año a su repertorio, entre ellas las piezas Sueños de éter y Castratti, creadas por su director artístico, Nacho Duato. Las obras No more play y Solo for two completarán el espectáculo de la CND, que se representará en el Teatro Arriaga entre mañana y el próximo domingo.

Las actuaciones de la compañía requerirán la participación de un reparto de 30 bailarines. El programa previsto para el Arriaga comenzará con Sueños de éter, con coreografía y escenografía de Duato y música de Marcel Landowski. Este ballet, estrenado por la Nederlands Dans Theater en La Haya en 1986, sitúa al espectador ante un mundo onírico, en el que danzan ocho mujeres en una atmósfera cargada de opresión y sufrimiento.

El Concierto para ondas Martenot, de Landowski, sostiene con sus sonidos de instrumentos de cuerda y percusión las emociones de las intérpretes. El vestuario ha sido diseñado por Lourdes Frías.

El segundo montaje puesto en escena será No more play, con coreografía y escenografía de Jirí Kylián, sobre música de Anton Webern. Como Sueños de éter, fue estrenada en su momento por la Nederlands Dans Theater, compañía en la que Duato bailó y de la que fue coreógrafo estable antes de aceptar en 1990 el cargo de director de la CND.

En No more play participan cinco bailarines que recrean un juego de mesa, en el que también intervienen dos piezas de madera que parecen figuras humanas. La música de Webern se convierte en fuente de energía con la que se intenta transmitir "una trasparencia cautivadora y una tensión dinámica".

Televisión sueca

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El espectáculo de danza continuará con Solo for two, una coreografía de Mats Ek sobre música de Arvo Pärt, con escenografía de Peder Freiij. Solo for two, un dúo de amor melancólico, enigmático y riguroso, fue creado originalmente para la televisión sueca bajo el título Smoke.

La adaptación de la obra a los escenarios fue estrenada por el prestigioso Cullberg Ballet y considerado por la crítica como "uno de los más admirables ejemplos de encuentro entre la danza clásica y la contemporánea". La coreografía describe la intensa comunicación entre un hombre y una mujer en toda su complejidad psicológica y emocional, según la descripción que realizan los promotores del espectáculo.

"Solo for two es además una muestra ejemplar del estilo provocativo de Ek, que combina la utilización de dilemas psicológicos con un sutil sentido del humor", añaden. "El coreógrafo considera que el movimiento es el medio más idóneo para la expresión individual y rechaza la valoración del aspecto erótico como una prioridad".

La actuación de la CND finalizará con Castratti, una pieza creada por Duato sobre música de Vivaldi y Jenkins para 10 bailarines estrenada este año en Santander. El origen de la obra se remonta varios siglos atrás, hasta las culturas en la que por distintos motivos sociales y culturales se aplicaba la castración.

A mediados del siglo XVI la castración llegó desde Oriente a Europa, donde fue aplicada para conseguir hombre con voces de registro femenino y cubrir así una demanda de voces agudas cada vez más extensa.

Con la irrupción de la ópera un siglo más tarde en Italia se abrieron muchas posibilidades para los castrados. Las mujeres no podían participar en las representaciones y los castratti, con una capacidad vocal extraordinaria, se convirtieron en insustituibles en el mundo de la ópera hasta mediados del siglo XVIII.

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