XVI CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA CHINO

Varias acciones de protesta burlan el control policial

Las fuertes medidas de seguridad que ha establecido el Gobierno chino desde que empezó el congreso del partido comunista no han impedido algunas protestas en la plaza Tiananmen. Pese al despliegue de policías, las calles cortadas y el continuo ir y venir de agentes vestidos de paisano, al menos una docena de personas han sido detenidas desde el pasado viernes por manifestarse o arrojar octavillas -que los policías se apresuraban a recoger- en las cercanías del Palacio del Pueblo.

No son las únicas detenciones. El movimiento de derechos humanos Human Rights in China, con sede en Nueva Yo...

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Las fuertes medidas de seguridad que ha establecido el Gobierno chino desde que empezó el congreso del partido comunista no han impedido algunas protestas en la plaza Tiananmen. Pese al despliegue de policías, las calles cortadas y el continuo ir y venir de agentes vestidos de paisano, al menos una docena de personas han sido detenidas desde el pasado viernes por manifestarse o arrojar octavillas -que los policías se apresuraban a recoger- en las cercanías del Palacio del Pueblo.

No son las únicas detenciones. El movimiento de derechos humanos Human Rights in China, con sede en Nueva York, asegura que Hua Huiqi, un miembro prominente de una iglesia cristiana en la clandestinidad, y su esposa, Ju Mei, fueron sacados de su casa en Pekín y enviados a la provincia de Shanxi para evitar posibles manifestaciones durante el congreso, que con la presencia de más de 2.000 delegados de todo el país durará hasta el próximo día 14.

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Mientras tanto, el espíritu de Tiananmen ha renacido un poco esta semana. Un grupo de 192 activistas ha dirigido una carta abierta al partido comunista urgiéndole a que libere a los presos políticos, permita el retorno de los disidentes, garantice los derechos humanos básicos y la libertad de expresión y generalice las elecciones a medio plazo. Los disidentes, originarios de 17 ciudades y provincias de toda China, piden también que se ponga fin al arresto domiciliario del ex secretario general del partido Zhao Ziyang, que fue depurado por simpatizar con la causa de los estudiantes durante las manifestaciones de Tiananmen, que terminaron en una matanza el 4 de junio de 1989.

Los activistas reclaman al congreso que reconsidere el veredicto de las protestas de los estudiantes, que fueron calificadas de 'rebelión contrarrevolucionaria', y compense a las víctimas. Según Human Rights in China, se trata de 'la acción política más amplia a escala nacional de los últimos años'.

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