Crítica:DE COPAS | DÍAS DE OCIO

Areia, una playa tranquila en mitad de Hortaleza

De la bruma celta y la cerveza negra, al rumor del mar y el trago soleado. Eso ha pasado en pocos días con este local de la calle Hortaleza, que ha dejado de llamarse Irish Rover para transformarse en Areia. Su nombre evoca la arena de la playa en portugués, y su interior es acogedor y relajante, como un oasis en plena zona de ajetreo.

En Areia todo está preparado para el sosiego: la telas del techo dispuestas a modo de jayma árabe, los cojines dispersos por los rincones, la cama redonda del fondo, las lámparas de estrellitas y lunas, la armonía de colores, las urnas de arena de playa s...

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De la bruma celta y la cerveza negra, al rumor del mar y el trago soleado. Eso ha pasado en pocos días con este local de la calle Hortaleza, que ha dejado de llamarse Irish Rover para transformarse en Areia. Su nombre evoca la arena de la playa en portugués, y su interior es acogedor y relajante, como un oasis en plena zona de ajetreo.

En Areia todo está preparado para el sosiego: la telas del techo dispuestas a modo de jayma árabe, los cojines dispersos por los rincones, la cama redonda del fondo, las lámparas de estrellitas y lunas, la armonía de colores, las urnas de arena de playa sobre la barra, la proyección de diapositivas marinas. Y envolviendo todo, una sugerente música servida por audaces pinchadiscos que navegan entre el rollito chill out, con el ambiente y el house-chill. Es decir, nada de estridencias; paz y mansedumbre para ir acompañado de amigos a los que les guste charlar, o parejas que disfrutan de su intimidad. Nadie pone reparos, no en vano Areia se encuentra a igual distancia de Alonso Martínez como de Chueca, zona que se distingue por su tolerancia ante la diversidad de actitudes vitales de cada cual.

Una curiosidad de Areia que no conviene perderse: el banco empotrado en una de sus paredes, que provoca una situación de irrealidad. Sentados en él, se deja de escuchar la música de la sala para apreciar sólo el sonido de las olas del mar y el graznido de las gaviotas en vuelo.

Aunque toda su personalidad se expresa mejor a partir de las diez de la noche, Areia abre a diario desde por la mañana, e incluso sirve un sugerente menú del día de lunes a viernes. En breve habrá música también en directo.

Areia. Hortaleza, 92. Tel.: 91 310 03 07. Horario: de 11.00 a 3.30. Consumiciones: café, 1,20 euros; cervezas y refrescos, 1,50; combinados, 4.

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