Una muestra recupera la figura y la obra del pintor Rogelio Gordón

San Sebastián acoge una antológica sobre este 'cronista' amigo de Sorolla y Regoyos

Amigo de Joaquín Sorolla y de Darío de Regoyos, el talento del pintor Rogelio Gordón (Oviedo, 1860-San Sebastián, 1938) 'quedó eclipsado por su dedicación a la pedagogía', tal como afirma Iñaki Moreno, comisario de la antológica que hasta el 8 de diciembre reconocerá la figura de 'uno de los creadores más destacados del movimiento postimpresionista'. La muestra se presenta en la sala Kutxa del Boulevard donostiarra.

Rogelio Gordón nació en Oviedo en 1860, pero con apenas tres años se trasladó con su familia a Guipúzcoa, en cuya capital desarrolló el grueso de su producción pictórica du...

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Amigo de Joaquín Sorolla y de Darío de Regoyos, el talento del pintor Rogelio Gordón (Oviedo, 1860-San Sebastián, 1938) 'quedó eclipsado por su dedicación a la pedagogía', tal como afirma Iñaki Moreno, comisario de la antológica que hasta el 8 de diciembre reconocerá la figura de 'uno de los creadores más destacados del movimiento postimpresionista'. La muestra se presenta en la sala Kutxa del Boulevard donostiarra.

Rogelio Gordón nació en Oviedo en 1860, pero con apenas tres años se trasladó con su familia a Guipúzcoa, en cuya capital desarrolló el grueso de su producción pictórica durante casi medio siglo, tras sumergirse en el mundo del arte de la mano de su padre, quien fue acuarelista, litógrafo y uno de los pioneros de la fotografía pictoralista, además de profesor.

Gordón dedicó precisamente la mayoría de su tiempo y de sus energías a la labor pedagógica, lo que 'eclipsó su carrera como artista', afirmó ayer Iñaki Moreno Ruiz de Egino, comisario de la exposición que ha organizado Kutxa con el objetivo de 'recuperar y actualizar' la figura y la obra de un artista que, aunque 'muy respetado' en su tiempo, no fue suficientemente reconocido.

'Apenas se le menciona en la historia de la pintura vasca, cuando no tiene nada que envidiar a impresionistas de primera línea', subrayó Moreno, quien comparó a Gordón, autor de 'una obra extensa y de elevada calidad', con artistas de la talla de Claude Monet.

El pintor parte del academicismo y la entrega al dibujo, desarrolla luego un naturalismo de matiz postimpresionista y evoluciona hacia el luminismo, aunque el paso del tiempo hace mella en sus trazos.

62 piezas

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La muestra presenta 62 cuadros de Gordón, en general de pequeño tamaño, en los que el artista representa fundamentalmente paisajes. Era 'un amante de la naturaleza', de manera que su obra es 'un reflejo de ese sentir de la naturaleza y, sobre todo, una observación aguda de ella', destacó el comisario de la exposición.

Las montañas y los campos abiertos se reparten por la sala de exposiciones junto con las huertas, los paisajes marinos y los estanques. El espectador guipuzcoano reconocerá numerosos rincones de San Sebastián y sus alrededores, como los montes Igeldo y Ulia, la playa de La Concha, la Zurriola o Pasajes. Y es que Gordón se convierte en 'un cronista' de la ciudad a través de sus pinturas, que dejan constancia de los cambios que ésta va experimentando a lo largo de los años. Sus cuadros, por ejemplo, recuerdan que Amara no siempre fue un barrio plagado de edificios de viviendas. O que la barandilla que actualmente recorre el paseo de Francia lució primero en el de La Concha.

Las obras de Rogelio Gordón que se exponen en la sala (Boulevard, 1) provienen del propio patrimonio artístico de Kutxa, de seis coleccionistas particulares y de los fondos de otras instituciones, como el Museo San Telmo, la Diputación de Guipúzcoa o la Fundación Santander Central Hispano.

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