Entre las memorias
El germen de la fotografía de vanguardia nació en Hungría en el primer tercio del siglo XX. 'No se puede entender a creadores como Richard Avedon o Cartier-Bresson sin conocer el trabajo de Laszlo Moholy-Nagy, Martin Munkacsi o Brassaï', afirma Rosa Ferré, coordinadora de la muestra Fotógrafos. Made in Hungary. Los que se fueron, los que se quedaron. El director del Museo Húngaro de la Fotografía, Károly Kincses, ha seleccionado para esta muestra que se estrena en Sevilla 200 obras de 59 creadores, 29 abandonaron su país y son internacionalmente conocidos; los otros 30 se quedaro...
El germen de la fotografía de vanguardia nació en Hungría en el primer tercio del siglo XX. 'No se puede entender a creadores como Richard Avedon o Cartier-Bresson sin conocer el trabajo de Laszlo Moholy-Nagy, Martin Munkacsi o Brassaï', afirma Rosa Ferré, coordinadora de la muestra Fotógrafos. Made in Hungary. Los que se fueron, los que se quedaron. El director del Museo Húngaro de la Fotografía, Károly Kincses, ha seleccionado para esta muestra que se estrena en Sevilla 200 obras de 59 creadores, 29 abandonaron su país y son internacionalmente conocidos; los otros 30 se quedaron y sus nombres apenas le suenan a los especialistas. El comisario pone ante los ojos del público la importancia de la publicidad. En su opinión, el trabajo de Károly Escher o József Pécsi es tan bueno como el de sus compatriotas que salieron al extranjero, como Nicholas Muray, André Kertész o Dennos Gabor, quien obtuvo el Premio Nobel por la invención de la holografía.
Esta exposición, que puede
verse repartida en las salas Imagen y Chicarreros de la Obra Cultural Caja San Fernando, comienza cuando estalló la Primera Guerra Mundial y termina con la caída del régimen comunista en Hungría (1989). Por supuesto, Robert Capa es el gran protagonista de Los que se fueron con imágenes de la guerra civil española o la del soldado americano muerto en Leipzig en 1945. Esta muestra podrá verse también en Jerez (Cádiz) del 26 de noviembre al 12 de enero y, después, en la Fundación del Instituto de Crédito Oficial en Madrid.
La memoria está presente en otras dos exhibiciones que pueden verse en Jerez. Cristian Domecq. Memoria quebrada (1980-2002), que reúne 90 obras del artista jerezano y es su primera retrospectiva, puede verse desde ayer hasta el 24 de noviembreen la sala Caja San Fernando. Las mismas fechas y el mismo autor sirven para Mínima significancia, la muestra de la Galería Carmen de la Calle. La galerista ha incluido dos pinturas abstractas de los ochenta; mientras que el resto son recientes como la instalación y una secuencia de dibujos.
Esta gran revisión de la obra de Cristian Domecq (1951) permite mostrar su faceta más íntima, la de los retratos en las que capta un momento cotidiano, tan fugaz que cuesta creer que alguien posó para el artista. Quico Rivas, en el texto del catálogo, dice de Domecq que 'pertenece a esa estirpe de artistas que se han forjado a sí mismos no desde la certeza, sino desde la incertidumbre y la duda metódica'. Rivas recuerda una confesión del pintor: 'Mi sensación es la de ir absolutamente por libre. Digamos que todo me afecta, me interesa, pero al mismo tiempo no me siento identificado con nada de lo que veo'.