Tribuna:

¿Por qué leemos diarios los que hacemos TV?

¿Por qué los periodistas que trabajamos en televisión nos abalanzamos cada mañana sobre los periódicos del día, buscando en sus titulares confirmaciones, desmentidos, críticas, alabanzas, premios o castigos? Aparentemente, la televisión es el medio de comunicación hegemónico, sin duda el de mayor difusión y de mayor audiencia, el más observado y el más deseado. Pero desde la televisión buscamos los periódicos del día para contrastar y completar nuestros propios criterios. Desde su hegemonía, la televisión podría tener la tentación de mirar a los periódicos por encima del hombro. Pero hacemos c...

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¿Por qué los periodistas que trabajamos en televisión nos abalanzamos cada mañana sobre los periódicos del día, buscando en sus titulares confirmaciones, desmentidos, críticas, alabanzas, premios o castigos? Aparentemente, la televisión es el medio de comunicación hegemónico, sin duda el de mayor difusión y de mayor audiencia, el más observado y el más deseado. Pero desde la televisión buscamos los periódicos del día para contrastar y completar nuestros propios criterios. Desde su hegemonía, la televisión podría tener la tentación de mirar a los periódicos por encima del hombro. Pero hacemos cola para leerlos.

Ciertamente, en esta cola pueden influir el sentido gremial, la vanidad, miles de cosas. Pero sin duda es esencial otra consideración: en un sistema comunicativo no se puede hablar estrictamente de hegemonía. Se puede hablar de medios distintos que están especialmente dotados para realizar funciones diversas. Para según qué función, la televisión está mejor dotada que nadie. Para según qué función, los mejor dotados son los periódicos. La televisión es invencible para presentar y describir hechos, es la reina de lo concreto, tiene una capacidad insuperable para lo masivo. La audiencia es consustancial al hecho televisivo. El periódico escrito está mejor dotado para lo abstracto y, por tanto, para la reflexión y la valoración. Es como la vieja polémica entre la palabra y la imagen. Es cierto que una imagen puede valer por mil palabras. Pero también es cierto que una palabra puede valer por mil imágenes. La imagen más valiosa será a menudo la descripción de lo concreto. La palabra, la evocación de lo abstracto.

Un buen universo comunicativo no es sólo el que tiene de todo. Sería demasiado fácil. Un buen universo comunicativo es aquel en el que cada medio intenta ocupar el espacio, la función, para el que está mejor dotado. ¿Televisión y prensa escrita son complementarios? No necesariamente. Lo son si quieren serlo. Y si lo hacemos sin arrogancia, sin creer cada uno que su función es más útil, más central y más importante que la del otro. A veces la televisión es arrogante: exhibe su capacidad invencible de difusión como el bíceps del forzudo. Pero a veces es arrogante la prensa escrita: se agarra a su capacidad de influencia para condenar la televisión por banal, por superficial, con un menosprecio injustificado. Y al final, desde la televisión, siempre nos acabamos haciendo la misma pregunta: ¿por qué los periódicos tienen crítica de televisión y la televisión no tiene crítica de periódicos?

Vicenç Villatoro es director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión.

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