Cien mil perros

En Madrid, con tres millones de habitantes, hay unos cien mil perros y la situación, a causa de ello, es insoportable. ¿Qué ocurriría si, siguiendo el ejemplo de quienes tienen perro, hubiese tres millones de perros?

Y no se trata sólo de las cacas, que tan insana y pestilentemente invaden por todas partes la ciudad. Son los ladridos, que no nos dejan vivir ni de día ni de noche; las agresiones caninas, muchas veces con mordeduras y lesiones e, incluso, con muertes, y las numerosas enfermedades que los perros transmiten, como la brucelosis, la leishmaniosis, la salmonelosis, la filarios...

En Madrid, con tres millones de habitantes, hay unos cien mil perros y la situación, a causa de ello, es insoportable. ¿Qué ocurriría si, siguiendo el ejemplo de quienes tienen perro, hubiese tres millones de perros?

Y no se trata sólo de las cacas, que tan insana y pestilentemente invaden por todas partes la ciudad. Son los ladridos, que no nos dejan vivir ni de día ni de noche; las agresiones caninas, muchas veces con mordeduras y lesiones e, incluso, con muertes, y las numerosas enfermedades que los perros transmiten, como la brucelosis, la leishmaniosis, la salmonelosis, la filariosis, la ricketsia, la hidatidosis (quiste hidatídico), etcétera.

Para colmo, no existe un adecuado impuesto por tenencia de perros, lo que resulta de una absoluta e inadmisible demagogia. Aparte de la intrínseca justicia de ese impuesto, el establecerlo contribuiría a que hubiera más responsabilidad en la posesión de perros y a que disminuyera su abandono.